Martes 06 de Febrero de 2007 Edicion impresa pag. 24 y 25 > Sociedad
'Había chicos y mujeres llorando, bañados en sangre'
El relato de los automovilistas y vecinos que ayudaron a los heridos. "Algunos estaban como perdidos, totalmente shockeados", dijeron. Las primeras horas fueron de poca información y mucha confusión.

"Era horrible..había chicos llorando, golpeados, bañados en sangre, mujeres grandes que no entendían que había pasado. Era muy triste". El que habla así es uno de los tantos vecinos de la zona rural cercana al accidente que ayer trabajaron a la par de los rescatistas para ayudar a los heridos de la tragedia y remover los cuerpos de los fallecidos.

Muchos de ellos llegaron al lugar incluso antes que los Bomberos y la Policía y compartieron las primeras tareas con automovilistas que ante semejante escenario detuvieron la marcha y contuvieron a los accidentados.

"A mí me tocó sacar a tres heridos de entre los hierros del micro. Tenían golpes en la cabeza, en los brazos y las piernas. Pedían ayuda y que buscáramos a sus familiares o amigos que habían quedado atrapados dentro del colectivo. Pero estaban como perdidos, totalmente shockeados por lo que había pasado", contó un trabajador rural que junto a un compañero, detuvieron la marcha de su camioneta para ayudar a las víctimas de la tragedia.

Dos policías, uno de Allen y otro de Barda del Medio, que viajaban también en el colectivo siniestrado prestaron su ayuda y lograron sacar con vida a varios de los heridos. "En un momento así no dudás y no pensás en nada, sólo en ayudar a la gente", comentó un oficial con medio cuerpo embarrado luego de internarse en el desagüe para auxiliar a los pasajeros que quedaron varados en el interior del colectivo de la empresa Ko-Ko.

En el lugar también pudo verse a muchos vecinos y chacareros que no dudaron en acercarse al sitio para prestar su colaboración. Un productor de los alrededores se bajó de su tractor y ayudó a enfermeros y médicos, y también a los bomberos, a transportar a los lesionados.

 

Hermetismo y confusión

 

Las primeras horas posteriores al trágico accidente fueron de mucha confusión y poca información confiable. Desde el hospital se mantuvo cierto hermetismo incluso hacia los familiares hasta atender y evaluar a los pacientes ingresados.

De a poco comenzaron a llegar personas en busca de primos, madres, padres, hermanas, sobrinos que creían podían haber sido trasladados al hospital.

Incluso luego de ser dada a conocer la lista varios familiares no podían dar con la persona que buscaban por lo que algunos se iban al Sanatorio Juan XXIII o llamaban a Allen para ver si en esos centros de salud estaban sus seres queridos.

Hubo bastante demora para poder acceder a una lista completa de los accidentados, su estado de salud y a qué centros fueron trasladados. Si bien la policía tenía la información desde pasado el mediodía, el hermetismo se mantuvo varias horas más, probablemente a la espera de que los familiares fueran informados antes que los medios de comunicación. (AR)

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