BUENOS AIRES (Télam).- Un 70% de los siniestros que ocurren en la ruta 2, entre Buenos Aires y Mar del Plata, y un tercio de los del país son vuelcos, despistes e impactos con objetos fijos, causados por imprudencia de un solo conductor, según organismos especializados en tránsito. Estos accidentes conocidos como "solitarios" conforman un tercio del total de los que ocurren en Argentina, cifra que duplica la media mundial, cercana al 15%, por lo que los especialistas coincidieron en señalar que se trata un indicador de la falta de seguridad vial en el país.

Un relevamiento realizado por la Comisión de Tránsito de Buenos Aires sobre la Autovía 2 durante los últimos años reveló que más del 70% de los siniestros en esa semiautopista fueron impactos de un vehículo con objetos fijos, despistes y vuelcos, donde fue evidente la responsabilidad única del conductor.

El 62% de los accidentes solitarios corresponde a automotores que se salen de la calzada y el 8% a impactos contra las defensas, sobre un total anual que supera los 1.000 por año. Por lo tanto, más de 700 siniestros anuales son protagonizados por "un conductor que se despista, vuelca o choca completamente solo", sostuvo el director del organismo que realizó el estudio, Eduardo Lavecchia.

"El motivo es la creencia generalizada en la sociedad de que esa vía es una autopista", lo que agrava los excesos de velocidad y la imprudencia de los conductores, explicó el funcionario. El relevamiento comenzó en 2002, cuando la cantidad de accidentes por año en la ruta más transitada hacia la Costa Atlántica superó los 1.000 -cada año se producen entre 980 y 1.100, con y sin muertos, lo que da un promedio de casi cuatro siniestros por día.

"El inicio de la ruta 2, con una geometría parecida, es la autopista Buenos Aires-La Plata, que tiene ciertos componentes que la hacen funcionar como una autopista, pero la autovía dos es sólo una ruta, aunque tenga dos carriles" por mano, señaló . Pero además "tiene un agravante: puntos que corresponden a la década del 30, curvas sin transición, circulares, para una velocidad de 80 kilómetros por hora máximo pero autorizada a circular a 110", agregó. A esto se suman el cansancio, los excesos de velocidad, la falta de control del vehículo y el "acostumbramiento" a ir rápido.