CIPOLLETTI (AC).-Los habitantes de Puente de Madera consideran que los funcionarios provinciales y municipales les están "tomando el pelo" y recurrieron a la justicia para que se les garantice una solución, no sólo a los vecinos que viven frente a la planta de líquidos cloacales, sino a todas las familias del barrio afectadas por los malos olores.

Explicaron que "sin ningún aviso" la municipalidad suspendió dos reuniones que estaban programadas para el 24 de enero y el 2 de febrero donde se iba a analizar la propuesta que, en conjunto, realizaron la comuna y la provincia de construir viviendas y trasladarlos a otro sector de la ciudad.

"La primera reunión no se hizo porque el intendente estaba de vacaciones y la segunda porque pasó lo del taxista. Entendemos que era un tema importante pero no nos avisaron que se suspendía", aseguraron Margarita Riffo, Patricia Zumelzú, Romina Pisani y Regina Pérez de la comisión vecinal.

Ayer, el abogado que patrocina a las familias, Mariano Rossi, presentó un escrito en el juzgado de Familia donde se pide que se fije una audiencia con las autoridades. "La gente cree que los funcionarios esperan que se cansen y no sigan reclamando por eso queremos que quede todo escrito", aseguró el profesional.

Durante una reunión que se realizó en los primeros días de enero representantes de la provincia y del municipio propusieron trasladar a los vecinos a otros sectores de la ciudad. En esa ocasión, los afectados decidieron esperar unos 20 días más para ver si disminuía el fuerte olor al que están sometidos.

"Como eso no sucedió nos queremos ir pero parece que nos están tomando el pelo o esperando que nos cansemos porque las reuniones previstas no se hicieron", aseguraron ayer.

Informaron que si bien se enteraron que el viernes está previsto un encuentro en el municipio "queremos que se haga todo a través de la justicia". A su vez explicaron que el domingo a la noche se reunieron más de 70 familias y se decidió que serán los mismos vecinos los que van a realizar una censo para ver quiénes se quieren mudar.

"Reclamamos que todos los que se quieran ir tengan su vivienda pero también hay gente que ya no vivía acá y ahora porque nos van a dar casas vinieron. No queremos tampoco que haya vivezas", aseguraron.

La propuesta de enero sólo incluía a unas 60 familias que tienen sus propiedades frente a la planta de líquidos cloacales. Esto -según explicó Riffo- no lo aceptan porque los olores, que comenzaron a sentirse a poco de comenzar a llenarse las piletas en octubre, llegan a todo el barrio.

Los vecinos aseguraron sentirse "indignados" por las dilaciones y adelantaron que "si lo que quieren es que nos cansemos, no lo van a lograr".