SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Convención Constituyente debió funcionar con un presupuesto de 300 mil pesos que sus propios miembros consideraron demasiado estrecho, pero el balance final demostraría que un 10% de ese dinero quedó sin gastar.

Así lo adelantó ayer la ex presidenta del cuerpo que tuvo a su cargo la actualización de la Carta Orgánica, Arabela Carreras, quien se abstuvo de dar mayores precisiones hasta contar con los números definitivos.

La Convención fue electa el pasado 24 de septiembre y trabajó durante tres meses. La ordenanza de convocatoria que aprobó el Deliberante en mayo pasado le asignó un presupuesto de 300 mil pesos e impuso que el desempeño de los convencionales fuera ad honórem.

Alrededor de $50.000 se invirtieron en organizar el acto eleccionario, de modo que la Convención inició sus tareas con una disponibilidad cercana a los 250 mil pesos.

Con ese dinero debía contratar personal administrativo, asesorías técnicas, asignar partidas para cada bloque, comprar máquinas, papelería y otros insumos, además de procurarse un local con oficinas suficientes.

Hasta que la solución llegó cuando uno de los convencionales, Luis Caram, ofreció sin cargo un inmueble de su propiedad ubicado en pleno centro, que estaba deshabitado desde hacía tiempo y no tenía baños. Aun así los convencionales aceptaron trabajar allí a falta de otra alternativa.

Carreras explicó que la rendición final de gastos recién estará lista en unos días "porque hay algunos pendientes, por ejemplo de servicios y colaboraciones que se contrataron en enero y también hay una factura de teléfono que todavía no llegó".

No quiso hablar de cifras puntuales, pero aseguró la convencional que existe un sobrante sin gastar que podría llegar a los 30 mil pesos, lo cual demostraría que las metas de austeridad se cumplieron de sobra.

El personal que debía cobrar sueldos "en blanco" y con los descuentos de ley, como lo decidieron, finalmente fue remunerado mediante simples "subsidios".

Carreras dijo que no hubo otra alternativa desde lo administrativo debido a que la Convención funcionó sin autarquía y estaba impedida hasta de abrir una cuenta bancaria a su nombre. Obligadamente todos los pagos se liquidaron entonces a través de la secretaría de Hacienda.