NEUQUEN (AN).- La llegada de los días de calor y de las vacaciones desencadenó en la ciudad un importante incremento en la cantidad de neuquinos que aprenden a conducir en academias. En lo que va del año las inscripciones para este tipo de cursos se duplicaron en las academias locales donde casi un centenar de personas está aprendiendo a manejar.

Si bien las academias de conducir funcionan desde hace décadas en la ciudad, cada año son más las personas que escogen aprender a manejar en estos institutos donde además se imparten clases teóricas sobre normas de tránsito y conceptos básicos de reparación del automotor.

"Durante el verano tenemos el doble de alumnos que en el resto de los meses", explicó el instructor de la Academia Cesyma -Auto Stop, Santiago Aquino a la vez que señaló que "la llegada de los días más lindos y el hecho de que la gente tenga más tiempo libre por las vacaciones hacen que sean muchas más las personas que se acercan a la academia durante el verano".

Desde la Academia Lastreto se explicó que el período de verano es aprovechado por muchos estudiantes universitarios y secundarios para obtener su licencia de conducir. "Hubo un cambio importante con el hecho de que los chicos de 17 años puedan sacar el carnet y por eso es común que en el verano tengamos varios chicos que aprovechan el receso escolar", explicó el encargado de la academia, Fernando Lastreto.

De acuerdo a los encargados de ambas academias la creencia de que son mujeres quienes aprenden a conducir en academias parece haber quedado atrás ya que advirtieron que de momento "no hay un perfil definido del alumno sino que hay tanto mujeres como hombres y de distintas edades".

Aquino explicó que "tenemos alumnos de 17 años, de 40 e incluso tuvimos a una abuela de 73 años que sacó su carnet de conducir por primera vez".

En estas instituciones las clases son personalizadas y el curso de cinco semanas tiene un costo cercano a los 500 pesos. Además los vehículos utilizados para conducir cuentan con un sistema especial de doble comando, en el que el instructor también cuenta con una pedalera para poder accidentes ante algún error del estudiante.

Durante las clases los alumnos pasan de manejar en tranquilas calles de barrios, a la multitrocha y de allí al microcentro de la ciudad. "El centro es la zona más complicada y nosotros tratamos de que aprendan a manejar en ese caos porque son cosas que luego van a tener que hacer cuando estén solos", explicó en instructor de la Academia Cesyma.

Desde ambas academias se advirtió que "es muy común en la zona del centro que los demás conductores le hagan maldades a nuestros alumnos cuando ven que están aprendiendo a conducir, pero eso es bueno porque aprenden a manejar bajo presión".