"Si hay algo bueno para comprar, Boca tiene cerca de 17 millones de dólares en el banco". Así, sin vueltas, Mauricio Macri avisó que el "xeneize" no se retiró del mercado y dejó entrever que va por una contratación "bomba".
Claro que al mismo tiempo que anunció la "fortuna", el presidente descartó las contrataciones de Juan Román Riquelme y Leandro Gracián.
"Con Riquelme ya hicimos el intento ante el Villarreal, pero no parecimos ser de ninguna utilidad al conflicto que tienen entre ellos", se lamentó, en declaraciones a La Red
Y sobre la llegada del "Tanito", el pope explicó que "Boca ofreció 4 millones de dólares y los mexicanos dijeron que acababan de comprarlo y aunque era una buena oferta no quisieron venderlo".
De todos modos, el dirigente se encargó de aclarar que su club "no se retiró del mercado de pases" y repitió que hay "unos 17 millones en el banco".
Durante su gestión, Macri se caracterizó por cortarse solo en algunas contrataciones (Delgado y Takahara fueron los casos más conocidos) y también intentó traer jugadores que después no tuvieron el visto bueno del técnico de turno.
Fue él quien eligió al brasileño Manoel Amorim (Morais), quien juega en el Vasco da Gama, pero después Miguel Angel Russo le bajó el pulgar.
Enfriado lo de Riquelme -igual sería inscripto- y casi helado lo de Gracián -el preferido del DT-, hay que estar preparado para escuchar nombres rutilantes. Total, plata es lo que sobra de acuerdo a las palabras de Macri.
Fiel a su estilo, el presidente "xeneize" también habló de fútbol y tiró un par de "palitos".
"Cuando teníamos a dos hombres de más jugamos pésimo, no pudimos capitalizar las situaciones", dijo sobre el clásico perdido por penales en Mendoza.
Después, irónico, agregó: "Estoy muy tranquilo, y si el equipo del verano es el River que jugó en Mendoza, estoy más que tranquilo".
De cara al futuro, comentó que "aunque no nos sobre como otros años, Boca va a estar bien, si hay algo que tiene en su plantel es experiencia y va a saber encontrar el equilibrio y no desesperarse".
