Los familiares de una niña de 12 años internada en una clínica salteña, con riesgo de muerte por un traumatismo abdominal, no permitían que se le practique una transfusión de sangre por cuestiones religiosas, por lo que un magistrado debió autorizar las prácticas médicas necesarias.

Fuentes policiales informaron que el viernes, una mujer identificada como Fabiana Rodríguez, que se desempeña como empleada administrativa de la Clínica Güemes, ubicada en calle General Güemes al 200, de la ciudad de Salta, se comunicó con el sistema de emergencias 911.

Rodríguez denunció que en ese centro asistencial se encontraba internada una niña de 12 años, con traumatismo abdominal por ruptura de vaso, con riesgo de muerte, por lo que necesitaba una urgente transfusión de sangre que sus padres se negaban a autorizar por cuestiones religiosas.

Los padres se negaban

Por ello, las autoridades de la Comisaría Primera realizaron la consulta correspondiente al Juzgado de Persona y Familia número 3, desde donde se ordenó que se labre un acta para dejar constancia que los progenitores se negaban a la práctica de la transfusión.

Posteriormente, el magistrado a cargo del juzgado dispuso que la menor sea intervenida conforme al criterio del médico tratante, a pesar de la postura de los padres, de apellido Mamaní y González, respectivamente. En la Clínica Güemes no supieron informar las razones por las que la menor ingresó con un traumatismo abdominal y aseguraron que había sido derivada a otro centro asistencial, aunque no precisaron a cual. (Télam)