ROCA (AR).- El Movimiento Evita de Río Negro criticó el "oportunismo" del gobernador Miguel Saiz por intentar aparecer como representante del kirchnerismo en la provincia para las próximas elecciones.

No obstante, consideraron que esa estrategia de "pegarse" a la propuesta del presidente comienza a mostrar una debilidad intrínseca, porque "no ha logrado convocar a uno solo de los sectores sociales y políticos que fundamentan aquella convocatoria".

En este sentido, destacaron que al contrario de las expectativas de algunos dirigentes radicales el Frente para la Victoria ya nuclea, no sólo a tres partidos con representación legislativa (nacional y provincial) y municipal, como son el PJ, Frente Grande y Sur, sino también al Movimiento Evita y a otros sectores sindicales y sociales que en San Antonio Oeste, el 26 de enero, conformaron su Mesa Ejecutiva.

"La concertación convocada por el presidente Kirchner tiene en Río Negro su expresión concreta, en el Frente para la Victoria (FpV): se trata del frente electoral que lleva por candidatos a Miguel Pichetto y a Julio Arriaga para gobernador y vicegobernador", expresó Ernesto Paillalef, dirigente del Movimiento Evita.

En el análisis opositor se resaltó que "el radicalismo provincial tampoco ha logrado del presidente una respuesta contundente que le otorgue el tan ansiado hándicap de contar con la venia de quien ostenta hoy por hoy, el más alto índice de consenso en la sociedad argentina".

"Para colmo de males, su principal exponente en el Congreso Nacional, Fernando Chironi, le dice alegremente a los rionegrinos que su candidato presidencial es Roberto Lavagna, quien se encuentra armando un frente de centro derecha con Mauricio Macri para enfrentar a Kirchner en las elecciones de octubre. Entonces, ¿cómo piensa convencer Saiz a Nestor Kirchner y al pueblo de Río Negro, que juega del mismo lado

que el Presidente?", se preguntó Paillalef.

Expresando confianza sobre el escenario que tendrá la provincia antes de los comicios, la cúpula del movimiento entendió que "el gobernador Saiz empieza a sentir que se va quedando sin cartas porque, además, los rionegrinos, como en todo el país, están esperando un cambio, luego de 23 años de administración radical en la provincia".