BUENOS AIRES (DyN) - Roberto Lavagna les marcó ayer la cancha a sus aliados radicales, poniendo un freno a sus ímpetus por imponer a un hombre suyo en la fórmula presidencial, en tanto la principal enemiga de esa sociedad, Margarita Stolbizer, advirtió que no quiere "un rejuntado de horribles".

La polémica subió el tono cuando aun no están oficializadas prácticamente ninguna candidatura -excepto la del propio Lavagna y de Elisa Carrió- y resta 50 días para la convención nacional de la UCR, que podría nominar al senador Ernesto Sanz como compañero de fórmula del ex ministro de Economía.

Pero Lavagna -como antes lo había hecho su asesor Alejandro Rodríguez-, paró en seco las presiones radicales, a cuyos dirigentes recordó que la designación del vicepresidente "corresponde al candidato presidencial".

"Se consultará, se hablará, pero la decisión me corresponde exclusivamente", advirtió Lavagna, en directa respuesta a varios dirigentes del radicalismo, entre ellos el diputado Federico Storani, quien no ocultó sus deseos de acompañarlo en la fórmula.

Rodríguez había dicho que "Lavagna no es presionable" y se preguntó "¿qué sentido tiene seguir presionando?" con el tema.

El asunto, en definitiva, deberá ser definido por la convención nacional partidaria, que se reunirá el 23 y 24 de marzo en lugar a designar.

"No tengo nada que decir al día de hoy", sostuvo el ex titular del Palacio de Hacienda de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.

Agregó que "lo único que puedo decir es que la designación va a ser de acuerdo a lo que es tradicional, y corresponde al candidato presidencial. Se consultará, se hablará, pero la decisión me corresponde exclusivamente", insistió ante el periodismo.

En cuanto a su política de alianzas, en general, reiteró que es "más razonable una unificación de fuerzas" pero que "hay que hacerlo con seriedad, y no como amontonamiento".

Precisamente, Stolbizer volvió ayer a tomar distancia del proyecto electoral que encabeza Lavagna y rechazó formar parte del "rejuntado de horribles" que avalaría la postulación del economista.

Stolbizer reiteró además la necesidad de "conformar un frente progresista" en la provincia de Buenos Aires, pero comentó que, por ahora, "no hemos tenido ninguna conversación" con el ARI, de Elisa Carrió para encarar una propuesta conjunta en el distrito.

Para la bonaerense, el espacio debe integrar a "sectores del campo, organizaciones de trabajadores y sociales" y consideró que esa alternativa es "mejor que un matrimonio de partidos que la gente solo visualiza como un reparto de lugares en una lista".

La ex diputada, quien podría competir por la gobernación de la provincia en octubre, mantiene un fuerte rechazo a presentación de Lavagna y, en cambio, impulsa la libertad de acción dentro del partido o la presentación de fórmula propia.