Anunciar escuetamente que hoy jugarán la final de XLI Superbowl del Fútbol Americano los equipos Indianápolis Colts y Chicago Bears, en el Dolphins Stadium de Miami, es sólo observar la punta del iceberg.

En realidad el partido es una excusa para darle forma a un majestuoso show en donde el marketing y el consumismo son las grandes estrellas invitadas.

La gran final de la National Footbal League (NFL) comenzará a las 20 y tendrá como escenario al Dolphin Stadium, con capacidad para 80.000 espectadores.

En lo deportivo, Indianápolis Colts, cuyo mariscal de campo estrella es Payton Manning, es el campeón de la Conferencia Americana, y los Chicago Bears, con Rex Grossman como líder, el vencedor de la Nacional.

El gran candidato es Indianápolis, que también cuenta con armas ofensivas letales como el receptor Marvin Harrison, el ala cerrada Dallas Clark y el corredor Joseph Addai.

Como significativo e histórico dato vale citar que ser el primero de los 41 superbowls que tendrá como técnicos de los finalistas a dos negros: Tony Dungy en Colts y Lovie Smith en los Bears.

Dejando el partido de lado, la que atrapa es el mágico entorno que rodea a la máxima cita del deporte estadounidense, que provoca que 30 segundos de publicidad televisiva alcance un costo de 2.600.000 dólares estadounidenses, en un espectáculo que será observado por televidentes de 240 países.