Hace muchos años tres amigos soñaban con hacer películas, en algún bar de México. Se imaginaban dirigiendo sus propios filmes, colaborando entre ellos y compartiendo su pasión por narrar historias con imágenes. Hoy, el sueño se convirtió en realidad y no sólo han plasmado su vocación sino que la casualidad del premio más importante de la cinematografía mundial los une en un espacio impensado. Será EE. UU., la tierra del Oscar, la que aguarde el posible reinado de estos tres "cuates" latinos el próximo 25 de febrero cuando los ganadores sean dados a conocer.Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón han recorrido un extenso trayecto desde sus primeros esbozos en distintos rubros ligados a la actividad en los '80. Han cimentado carreras individuales marcadas por el elogio unánime de crítica y público y han trasladado su producción a otras partes del mundo, lejos de tierras mexicanas. Al mismo tiempo, mantuvieron su amistad y colaboraciones casi como marca registrada.
González Iñárritu (15/8/1963) es el gran favorito para el Oscar de esta temporada. Su producción, "Babel", aspira a siete premios. Si bien la posibilidad de que le entreguen el galardón a Martin Scorsese por "Los infiltrados" como director es casi una seguridad, el de mejor película parece también tener en el filme del mexicano al ganador confirmado. La cinta cierra la trilogía del realizador sobre la incomunicación entre los seres humanos que inició con "Amores perros" (2000) y "21 gramos" ("21 grams", 2003).
Para Del Toro (9/10/1964) su triunfo en la categoría a mejor película extranjera es casi un hecho con "El laberinto del fauno", que también aspira a seis premios más. La cinta, filmada en España, sigue con el camino del realizador ligado más a la fantasía, que ya transitó en el suceso mexicano "Cronos" (1993) y las extranjeras "Mimic" (1997), "El espinazo del diablo" (2001), "Blade II" (2002) y "Hellboy" (2004).
Mientras que Cuarón (28/11/1961) compite en tres categorías con la visión dramática del futuro que plantea en "Niños del hombre" ("Children of men"). Luego de algunas experiencias en su tierra desembarcó en el país del Norte para realizar "La princesita" ("A little princess", 1995) y "Grandes esperanzas" ("Great expectations", 1998), regresó a México con"Y tu mamá también" (2001) y se hizo cargo de la cuarta entrega de "Harry Potter" en el 2004.
A pesar del suceso mundial, el trío ha recibido innumerables críticas por el hecho de que sus cintas son de origen internacional y que, si bien junto a ellos trabajan profesionales latinos (como Gustavo Santaolalla), no brindan una identidad mexicana, sino que trabajan con una idiosincrasia extranjera. Los argumentos, ciertos en parte, no pueden utilizarse a la hora de evaluar las miradas de estos tres realizadores, dotadas de una sensibilidad poco común en el cine americano y con una carga creativa fácilmente reconocible.
Según González Iñárritu su estadía en EE. UU. le posibilitó "verme y ver mi país más claramente, con más perspectiva, con más objetividad; me ha permitido explorar la humanidad más allá de las líneas fronterizas. Un país es mucho más que un pedazo de tierra o una bandera, es una idea, un espíritu para siempre". Triunfar en mercado americano con propuestas enteramente latinas es casi imposible y la elección de cada uno depende del camino elegido. Un trayecto que puede ser criticado con diferentes argumentos pero nunca esgrimiendo falta de creatividad y de sensibilidad personal y distintiva. Lo que no es poco, en estos tiempos del cine en masa.
ALEJANDRO LOAIZA
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