RESISTENCIA/ SANTIAGO DEL ESTERO (DyN)  Mientras en Santiago del Estero seguían aislados por las crecidas, las costas chaqueñas del río Paraná se encuentran en nivel de alerta como consecuencia de la creciente, que superó seis metros de altura en el puerto local, por lo cual decenas de familias ribereñas continuaron su desplazamiento hacia zonas altas.

El hidrómetro de Puerto Barranqueras en el Chaco marcó dos centímetros por encima de los seis metros, el límite de alerta en esta localidad, aunque el conglomerado urbano conocido como Gran Resistencia sigue protegido por el sistema de defensas contra inundaciones.

De todos modos, cientos de personas humildes afincadas en las costas del Paraná y su principal afluente en la zona, el riacho Barranqueras, desmontaron sus ranchos y trasladaron sus animales de granja hacia terrenos menos anegadizos.

Incluso, algunos pobladores se instalaron en las banquinas de la ruta nacional 16. Unas 20 familias se establecieron en medio de la rotonda de empalme entre esa carretera y avenida San Martín, a escasos metros del acceso al puente interprovincial General Belgrano, donde instalaron un corral para más de 100 cerdos. Mientras tanto, cientos de agricultores permanecían ayer aislados en Santiago del Estero y más de 1.500 personas continuaban evacuadas y autoevacuadas en los departamentos Alberdi, Jiménez y Figueroa, por los desbordes de los ríos Salado y Horcones. Voceros de Defensa Civil de Santiago del Estero advirtieron que la situación de las familias de campo puede agravarse a pesar de que ayer volvió a salir el sol, puesto que el principal problema radica en los desbordes del Salado, receptor del agua que deriva Salta. En 24 localidades del departamento Figueroa y en 13 parajes rurales de Alberdi, el gobierno provincial logró llegar con ayuda, no sin antes sortear con lanchas y botes de gomas la intransitabilidad de los caminos de tierra.

En Salta más de 150 personas permanecían evacuadas ayer en la provincia , donde el gobierno continuaba asistiendo a los afectados por las lluvias del último fin de semana, que produjo la pérdida de cerca de diez viviendas. El director de Protección Civil de Salta, Víctor Ola Castro, informó que las lluvias destruyeron "entre ocho y diez casas y se evalúa la información sobre los damnificados para atender los casos más urgentes".