En los últimos años, Neuquén capital ha tenido un desarrollo demográfico y urbanístico muy significativo. Ya no se trata de un problema de escala: los problemas son más complejos y difíciles de resolver. Y la concepción del intendente como una figura administrativa, que maneja un presupuesto acotado para prestar servicios y hacer asfalto, resulta a todas luces insuficiente.

Veamos la situación de los servicios públicos esenciales, como el agua y la energía eléctrica. La experiencia nos está diciendo que el municipio es el responsable primario de su planificación y prestación. Hoy, concesionados a empresas provinciales o a una cooperativa, no alcanzan a cubrir la demanda expansiva de la comunidad.

El actual intendente, a pesar de sus diferencias, parece reconocer este criterio cuando envía un proyecto de marco regulatorio del agua al Concejo Deliberante.

Esto marca también el desorden que ha imperado en la actual gestión, donde el agua ni la energía eléctrica tienen marcos regulatorios, ni los instrumentos de concesión correspondientes.

No se conocen los roles ni las obligaciones de los actores, a quién corresponde la propiedad de los bienes, cómo controla el municipio, los criterios para definir las tarifas, cómo se planifican las obras, cómo se dirige el crecimiento de la ciudad, etc.

Es importante que se trabaje ahora, pero convengamos que esta gestión ya lleva siete años y recién ahora se decide abordar el tema...

Sin embargo el tratamiento del marco regulatorio no será tan simple como se piensa: quizás haga falta algún marco legal provincial y luego discutir la concesión. Va a pasar mucho tiempo antes de contar con un ordenamiento del sector. Pero el problema del agua es hoy y mañana. Los que sufren su escasez no pueden esperar.

El marco regulatorio no ayudará a incrementar la capacidad de los tanques de agua de Alta Barda y Ciudad Industrial. Tampoco a extender cañerías a los sectores que hoy carecen de agua, ni a reemplazar la que está deteriorada en sectores históricos de la ciudad.

Hace falta actuar rápidamente porque, si seguimos así, el próximo verano la situación será mucho más grave y el próximo intendente estoy trabajando fuertemente para serlo a los diez días de asumir el gobierno tendrá que distribuir agua en bidones entre los pobladores de nuestra ciudad.

Voy a trabajar desde ahora para ir resolviendo este problema, integrando un equipo de trabajo con el EPAS y definiendo las obras, los proyectos y las acciones necesarias para incorporar los recursos y las obras al presupuesto provincial y municipal. No bien comience la gestión, el 10 de diciembre del 2007, deberemos suscribir un acuerdo con el EPAS para afrontar la emergencia con un plan de obras.

Voy a ser un intendente plenamente involucrado en el problema del agua y en sus soluciones; en la problemática del suministro de energía eléctrica y de los demás servicios que necesitan nuestros vecinos en tiempo, calidad y forma.

Porque el sector eléctrico ya nos está demostrando sus limitaciones: en distintos sectores la tensión es insuficiente y nos pone al borde de la capacidad real de transporte. Nosotros nos hemos reunido con el presidente del EPEN y su equipo, donde intercambiamos ideas sobre las inversiones necesarias para los próximos años.

Así surgió la decisión del gobernador, Jorge Sobisch, de reconvertir una parte de los bonos, para construir una central transformadora nueva en la ciudad de Neuquén.

Pero lo mismo hay que hacer con CALF. No sirven las inversiones del EPEN si el municipio no acuerda con CALF los proyectos y las inversiones que deben efectuarse en la ciudad.

En el marco de la campaña, vamos a trabajar intensamente en distintos barrios y sectores de Neuquén, bajo el lema "Construyamos la ciudad entre todos".

Quiero definir, con la participación de la gente, los principales proyectos de cada sector de la ciudad. A modo de ejemplo: los vecinos de Ciudad Industrial me han manifestado que sus necesidades principales son una nueva rotonda de acceso al barrio, un polideportivo, solucionar la Toma el Tanque, abrir el barrio y darle seguridad, fortalecer las instituciones que forman y dan contención (como el Centro de Jubilados y la obra de Juan San Sebastián), llegar con el agua, el gas y las cloacas a todos los rincones del barrio, desarrollar espacios verdes y contener a los jóvenes dándoles protagonismo y trabajo.

Quiero eso para cada uno de los barrios de Neuquén. Y lo voy a definir con su gente, marcando las prioridades. Espero contar a mediados de año con doscientos proyectos y obras principales para la ciudad, que van a responder a un proyecto sustentable y con obras públicas para todos.

JOSE BRILLO (*)

Especial para "Río Negro"

(*) Ingeniero. Ministro de Planeamiento.