Lunes 29 de Enero de 2007 Edicion impresa pag. 32 > Sociedad
Un servicio útil para veraneantes, sin funcionar

VIEDMA (AV)- La Lobería es una de las playas más hermosas de la costa atlántica viedmense. Se encuentra a 60 kilómetros de esta capital. La naturaleza ha sido tan bondadosa que la ha dotado de una geografía que realza su belleza con grandes piletones de roca que desaparecen con la pleamar pero con marea baja esos grandes círculos quedan expuestos para que la gente pueda disfrutar del agua un poco más tibia.

Los enormes acantilados que custodian estas playas garantizan resguardo, sobre todo del viento patagónico. Descender a la arena no es tarea fácil por la extensa y empinada escalera de cemento pero mucho más difícil es aún el regreso por la subida de esos escalones que ponen a prueba hasta el más fuerte corazón.

Para la gente mayor es mucho más complicado todavía. Por esta razón hace unos años se instaló allí un carrito que cumple la función de ascensor. Fue brillante la idea pero lamentable que nunca haya funcionado durante toda la temporada. Este verano le lavaron la cara y quedó pintado para la fiesta pero le duró poco. Desde hace varias semanas dejó de funcionar y parece que seguirá en estas condiciones durante gran parte del verano. Lamentable porque es un servicio bienvenido para la gente que se promociona pero que no está en condiciones.

No son pocos los que se preguntan porqué la falta de previsión con este tipo de aporte al turismo cuyo mantenimiento no debe ser muy costoso. Pero su falta de funcionamiento también habla de las prioridades que parecen aún restan establecer para que los hechos sean consecuentes con los anuncios y la apuesta al turismo que necesita esta zona a pesar que naturalmente todo lo tiene.

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