MéXICO (Télam).- El actor, productor y director estadounidense Mel Gibson fue acusado por el realizador mexicano Juan Mora de haber plagiado su diseño de maquillaje en "Apocalypto", una épica de la civilización maya a la manera de Hollywood, que se estrenó en todo México.

Mora, director de "Eréndira, Ikikunari", dijo que el filme de Gibson copió una idea que él desarrolló y aplicó hace 16 años en la cinta "Retorno a Aztlán", referida a la cultura azteca.

La película "Eréndira, Ikikunari", de Mora, rodada en 2005, narra una historia sobre la conquista de México, se estrenará el 2 de marzo próximo.

"En vista de las similitudes en el uso del maquillaje corporal entre mi película... y una película norteamericana ("Apocalypto") que se estrena, rodeada de una gran campaña publicitaria mundial, quisiera señalar que yo desarrollé ese diseño hace 16 años", afirmó el realizador, según reprodujo la agencia Ansa.

El cineasta se manifestó preocupado que se "pueda dar la impresión de que los mexicanos estamos imitando al cine norteamericano respecto a la imagen de nuestras raíces culturales".

En un comunicado, dijo que el uso del color en "Retorno a Aztlán" (1990) responde "al simbolismo" y representa "conceptos filosóficos" de la cultura náhuatl, la lengua que hablaban los aztecas o mexicas.

Por ello, dijo haber elegido el azul para maquillar al rey Moctezuma Ilhuicamina, por ser "el color de la realeza azteca" y referirse "a lo más puro", equivalente al dorado en las culturas occidentales y el rojo y negro para los sacerdotes, que representa "el principio de la universalidad".

El imperio azteca, que dominó gran parte de México aunque se desarrolló en los últimos tres siglos antes de la conquista, coexistió y mantuvo un intenso contacto con la milenaria civilización maya, con la que compartió muchos elementos en materia de cultura, religión y filosofía.

Mora no dijo si piensa demandar a Gibson, que ha sido también blanco de una ola de críticas de parte de defensores de las culturas prehispánicas por considerar que distorsiona la cultura maya, presentándola como bárbara y sedienta de sangre humana.