BUENOS AIRES (ABA) . Más allá del "fuego cruzado" entre Mauricio Macri y Roberto Lavagna que parece dar cuenta de proyectos políticos distintos, lo cierto es que en las filas de ambos candidatos se avanza en sigilosos pasos hacia un "acuerdo táctico" para cuando llegue la hora de la verdad de enfrentar al kirchnerismo.
Es cierto que la movida de Juan Carlos Blumberg sirvió para marcar diferencias. En la reunión privada que mantuvieron Macri con Ricardo López Murphy el miércoles pasado, se coincidió en que el padre de Axel terminó (pese a su pregonado pluralismo) aglutinando solo al sector de centro derecha, por el cual se consolidó como potencial candidato macrista a la gobernación de la provincia de Buenos Aires.
Consciente de ello, Lavagna al rechazar la mesa política impulsada por el ingeniero textil (que está convencido responde a la estrategia de Macri), mandó el mensaje acerca de en que lugar tiene que jugar Blumberg si se decide a entrar en política.
Pero a la vez, el ex ministro de Economía de Duhalde y Kirchner al recibir al padre de Axel puso distancia de Elisa Carrió (quien acusó a Blumberg de responder a una operación del jefe de Gabinete, Alberto Fernández). "No es nuestra visión, nunca dijimos algo así", afirmó Ricardo Rodríguez mano derecha de Lavagna.
Desde PRO también reaccionaron frente a las palabras de Carrió.
Un vocero de López Murphy aseguró que fue el punto final del acercamiento que alguna vez tuvo el líder de Recrear con la titular del ARI basado en las coincidencias institucionales y el coincidente pasado radical.
Además de esa coincidencia entre el macrismo y el lavagnismo, existen varios vasos comunicantes.
Uno de ellos es la pertenencia al justicialismo no kirchnerista de dirigentes de uno y otro lado, mientras los partidos provinciales, aún si bien en su mayoría acompañan a PRO, su coordinador Gabriel Llano (Demócrata de Mendoza) estuvo esta semana junto a Lavagna en una reunión que compartieron con la diputada justicialista Marina Cassese, y el titular del radicalismo, Gerardo Morales. En esa mini cumbre estuvo representada la "ingeniería de Macri en el interior del país", según describió uno de los presentes.
Pesa también en el análisis la existencia de una importante franja del electorado que vería con buenos ojos la acumulación de fuerzas de la oposición.
Un dato revelador de la reciente encuesta de Julio Aurelio es que entre las estructuras políticas, son los adherentes a PRO quienes mayor simpatía tienen
hacia la figura de Lavagna (un 64,9 %, muy por encima del 50 % que reacciona de esa manera en el P.J y un 58,4 % que así lo hace en la UCR).
Según la muestra de la firma Aresco, Lavagna es quien cuenta con mayor índice de imagen positiva en la Capital Federal (61,2 %) lo cual revela la importancia que tendría para Macri -en caso que se decida a competir por la jefatura de Gobierno porteña-, contar con el respaldo del primero. Aunque dicha muestra le da 5 puntos al ex ministro por encima de Macri (20,7 % contra el 15, 2 %), el presidente de Boca Juniors dice contar con mediciones que lo colocan como el postulante opositor mejor posicionado y asegura que es quien más se puede diferenciar del actual primer mandatario.
Esta semana Macri insistió en que se sigue preparando para la presidencia, aunque en marzo decidirá su candidatura. Ha dicho en privado que considera mejor que la oposición haga su interna en la primera vuelta. Está también ofuscado por el lanzamiento inconsulto de Lavagna.
En la cercanía de éste último, en voz muy baja, aseguran que está en marcha una operación del gobierno para instalar a Macri como el virtual rival a vencer.
Mientras tanto, Lavagna acentúa su perfil "progresista". Insistió por estas horas en que está en las antípodas de quienes quieren un dólar a 2,20 para volver a los parámetros de comienzos de los 90.
Sostiene que después de emerger del derrumbe de 2001- el mayor desafío pasa por el área de acción social.
Al lado del ex superministro de Duhalde y Kirchner, una de las caras más visibles es la de quien fuera presidente del Banco Central, Javier González Fraga (uno de los pocos, además de Rodolfo Terragno, que a mediados de la década anterior pedía salir de la convertibilidad). Quien ya tiene claro donde va a jugar sus fichas es López Murphy. Le dijo a sus socios en PRO que luchará por una banca a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
CLAUDIO RABINOVITCH
