PAKISTAN (AP).- El ejército paquistaní se encontraba en estado de alerta ayer ante la posibilidad de que se registraran nuevos hechos de violencia sectaria, un día después de que 15 personas murieran en un ataque dinamitero contra una mezquita chiíta en el noroeste del país, dijeron las autoridades. Los soldados estaban preparados para desplegarse en cualquiera de los 40 distritos que podrían ser escenario de la violencia durante el festival de Ashura, que celebra la minoría chiíta de Pakistán, expresó a la AP el ministro del Interior Aftab Jan Sherpao. Policías y paramilitares montaban guardia en los alrededores de las mezquitas chiítas para impedir otros hechos de violencia.
La seguridad también era más fuerte en la ciudad portuaria de Karachi, en el sur del país, debido a informes de inteligencia de que existían amenazas de un ataque con un vehículo cargado con explosivos, dijo la policía. Ningún grupo se atribuyó el ataque del sábado en el centro de Peshawar, en el que también falleció el jefe de la policía local y más de 30 personas resultaron heridas. El atentado sucedió cuando los chiítas comenzaban a celebrar su festival más importante del año, el Ashura. El ministro Akram Durrani le pidió a la población que tenga "paciencia y mantenga la disciplina religiosa".