Viernes 26 de Enero de 2007 Edicion impresa pag. 17 > Municipales
Bariloche controlará a mochileros y conductores de casas rodantes

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La policía y los inspectores municipales deben enfrentar un trabajo extra en estos días ante la inusual presencia de mochileros que emplazan sus carpas en terrenos baldíos y en inmediaciones de las estaciones terminales de ómnibus y del ferrocarril.

Además, deben controlar a conductores de casas rodantes que desagotan los depósitos de sus baños en las calles de la ciudad. A uno de estos le aplicaron una multa de $500, por la infracción, y también porque habría tratado de sobornar a los inspectores.

Hasta hace algunos años había comerciantes que despreciaban al mochilero, por su escaso poder adquisitivo, porque ocupaba mucho espacio con sus petates, o porque en algunos advertía que llevaba varios días sin bañarse.

En los últimos tiempos, sin embargo, son muchos los que esperan la llegada de los mochileros, que en ocasiones son mayoría en las calles y sostienen la economía de buena parte de las actividades comerciales de la ciudad.

Todos saben que no gastan mucho, pero también reconocen que son un consuelo para los albergues económicos y los campings, las chocolaterías y los transportistas de la región, dado que cada vez son menos los automovilistas que aceptan llevarlos.

Grupos de dos a cinco muchachos, y algunos mixtos, comenzaron a llegar cuando comenzó el buen tiempo. Muchos son del Gran Buenos Aires y casi todos habían estado con anterioridad y ahora dicen que les interesa alejarse de los lugares poblados.

Entre los extranjeros, que comenzaron a llegar a principios de diciembre es probable que los israelíes formen el colectivo más numeroso, aunque muchos se movilizan en camionetas 4 x 4 que alquilaron en Chile, para recorrer la Patagonia aprovechando los convenientes precios en el combustible que existen al sur del Paralelo 42. Estos pueden acampar o dormir en albergues, pero consideran imprescindible el acceso a internet.

Por otros lado, la abundancia de casas rodantes inquietó a las autoridades municipales porque no quieren o no saben que existe un lugar habilitado cerca de la terminal de ómnibus para desagotar sus depósitos sanitarios.

Un turista mendocino, que fue advertido cuando desagotaba su baño en una calle de tierra, habría tratado de sobornar con $50 a los inspectores, y terminó pagando 500 pesos de multa en el Tribunal de Faltas.

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