LA PAZ (Télam/AFP).- El gobierno boliviano anunció ayer que está dispuesto a admitir que la nueva Constitución sea aprobada por al menos dos tercios de la Asamblea Constituyente, pero propuso que los artículos que no se puedan acordar por consenso hasta fin de junio sean sometidos a referéndum.
La decisión se produce un día después que la elección de un opositor como nuevo presidente del Senado de Bolivia abriera un nuevo foco de conflicto político. Evo Morales advirtió ayer que sus medidas gubernamentales serán bloqueadas por lo que considera un "nuevo frente oligárquico". El senador de la centroderechista Unidad Nacional (UN), José Villavicencio, fue ungido presidente del Senado, el tercer cargo público más importante de Bolivia, con los 15 votos de la oposición, de los 27 escaños de la cámara Alta.
En la constituyente, en tanto, el portavoz oficial, Alex Contreras, explicó ayer la nueva posición del oficialismo, acordada en Sucre por el presidente Morales con los 137 delegados que el gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) tiene en la asamblea. El jefe del Estado y los delegados del MAS le ofrecen en consecuencia a la oposición la posibilidad de que la nueva carta magna sea aprobada -tal era su reclamo- por al menos dos tercios de los constituyentes, aunque con el recurso de someter a referéndum aquellos artículos que no logren consenso dentro del cuerpo al 2 de julio venidero. "No hay por qué tener miedo al pueblo, el pueblo es sabio", dijo el mandatario, y recordó que el principio de sistema mixto de votación está ya planteado en la Asamblea . Morales dijo además que el plazo inicial del 2 de julio es flexible en la medida que exista avance en la Asamblea Constituyente que sesiona en Sucre desde el 6 de agosto último y por un año, indicó un despacho de DPA. "El MAS quiere desbloquear la Constituyente porque en más de cinco meses no se hizo nada", dijo Contreras. La oposición liderada por la agrupación Podemos del ex presidente Jorge Quiroga, que tiene 60 delegados en la constituyente, fue persistente en la aplicación de los dos tercios, pedido que tuvo eco en los movimientos cívicos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija que impulsan un proceso autonómico.