La salud de Isabel Martínez de Perón será de ahora en más un elemento determinante en la batalla judicial entre las partes para definir si se la puede extraditar desde España a la Argentina para que declare por los crímenes y torturas ocurridos durante su gobierno.

El abogado argentino que se ocupa en Madrid de causas por delitos de lesa humanidad, Carlos Slepoy, afirmó ayer que el estado de salud de la ex presidenta no debe influir en la decisión de su extradición a la Argentina ya que la Justicia argentina es la que debe "valorar las circunstancias personales" de la acusada.

Sus dichos surgieron luego de que la justicia española ordenara un examen psiquiátrico, ya que en su declaración del jueves ante el juez, se mostró confundida y con cierta fragilidad mental. Buscan saber si se trata de "simulaciones" o es un problema real. Aún no se estableció la fecha del examen.

Humberto Linares Fontaine, uno de los abogados de la viuda de Perón, dijo ayer a LaNación.com que "yo estuve con ella hace un tiempo y

puedo asegurar que la señora está muy bien de la cabeza, digamos, psíquicamente bárbara", relató.

Añadió que sólo padece "algunos problemas de salud derivados de sus complicaciones con la glándula ti

roides" y explicó que esa situación le produce "trastornos y bajones que la obligan a estar en la cama durante algunos días".

Por su parte, Slepoy señaló que Isabel Perón "comprende perfectamente" las acusaciones que se realizan en su contra y enfatizó que en caso de que se alegara "un problema psiquiátrico, debe ser remitida a la Argentina para que se valore" si es obstáculo para el proceso.

"La Justicia española no analiza el fondo de los hechos sino los requisitos procesales para la extradición", puntualizó.

"Si se verifica que está acusada de delitos extraditables y se cumplen los requisitos, lo lógico es que la otorguen", sostuvo.

El abogado de la ex presidenta, Atilio Neira, afirmó que su defendida "desconocía absolutamente los contactos entre su gobierno y la Triple A" y enfatizó que en su gestión "no tuvo autonomía ni información propias".

"Era un momento de extra

ordinaria convulsión en el cual la señora de Perón no tenía la menor posibilidad de acceder a una información propia porque estaba acosada por los militares y todos los sectores políticos, aún de su propio partido", afirmó Neira.

El defensor de Isabel Perón señaló que la entonces presidenta no tenía "la menor posibilidad de movimiento ni autonomía, y mucho menos información propia" sobre las actividades y las responsabilidades en el funcionamiento de la Triple A.

Las declaraciones se producen cuando la justicia mendocina está avanzando en la preparación de los fundamentos para remitir a la Audiencia Nacional española, en los que sustentará el pedido de extradición de la ex presidenta, residente en la península.

El juez mendocino Héctor Acosta pidió a España la extradición de Isabelita por la desaparición, bajo su presidencia, de Héctor Fagetti y el secuestro de Jorge Verón, en los días previos al golpe de Estado de 1976.

La ex presidenta fue detenida el viernes para comparecer ante el juez español de guardia en la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, que le notificó los motivos del pedido de extradición a la Argentina, y quedó en libertad aunque con obligación de presentarse cada dos semanas ante la Justicia. (Télam y AFP)