Economistas y consultores coinciden en que la tasa de inflación de enero podría superar el 1 por ciento debido a incrementos estacionales, pero las empresas buscan esquivar su responsabilidad en el asunto para evitar ser reprendidas por el gobierno.
Un informe del Banco Francés indica que "para el mes de enero proyectamos una inflación del 1,3 por ciento", un nivel que resulta superior a la tendencia de 0,8 por ciento mensual en forma desestacionalizada, según aclara la entidad.
El Banco Francés dice que su pronóstico se basa en una "hipótesis de impacto mínima en el aumento de las cuotas del sistema de la medicina prepaga", cuyo incremento oscila el 20 por ciento.
También se incluye un "incremento en el precio de los atados de cigarrillos" de 10 centavos y una suba "importante en el capítulo de Esparcimiento motivado por cuestiones estacionales".
El arranque del 2007 es lo que más preocupa al Gobierno ya que pretende repetir este año el supuesto logro de 2006 de mantener a la inflación debajo de los dos dígitos.
Más prudente, Eduardo Fracchia, director de la Escuela de Negocios de la Universidad Austral, indicó que según sus estimaciones personales, el 2007 abrirá con una inflación del 0,9 por ciento.
Según ese centro de estudio, la inflación de todo el año llegará al 10,5 por ciento, levemente por arriba de la de 2006.
En declaraciones a DyN, Fracchia reflexionó que durante 2007 "seguirán los controles de precios que han sido relativamente eficaces" para mantener a raya los precios.
Con relación a las elecciones presidenciales, indicó que se podrían potenciar los precios "por el lado de aumento del gasto público y por el del esfuerzo del BCRA para mantener el tipo de cambio alto".
"Otro problema es si el gobierno sigue en una política de aumento de consumo vía aumento de salario real y empleo. Por ejemplo se habla de un aumento de la educación privada del 23 por ciento.
También va a haber que tomar en cuenta la puja distributiva. Los sindicatos siguen buscando pautas nominales muy elevadas", explicó Fracchia.
Por su lado, el director de la consultora Infupa, Manuel Solanet, dijo que la suba del IPC de enero puede ubicarse "más cerca del 1". A nivel anual, la variación de los precios, según Solanet, va a ser mayor que la de 2006", y señaló que eso tendrá que ver con lo que suceda después de las elecciones con las tarifas y los acuerdos de precios.
Ante la posibilidad de que el gobierno tienda a culpar a las empresas de turismo y de alimentos por la suba de los precios, las cámaras sectoriales abrieron el paraguas.
La Cámara Argentina de Turismo (CAT) manifestó en un comunicado su entusiasmo y el respaldo al gobierno por haber conseguido un IPC anual de 2006 de 9,8 por ciento.
En tal sentido, la entidad indicó que realiza su "aporte" al control de la inflación en el país, pero aclara que "será poco lo que el sector turístico nacional pueda hacer para controlar los precios fijados por proveedores del exterior, dificultándose su aporte al control de la expectativa inflacionaria en la Argentina".
La Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios salió a aclarar que los incrementos en ese rubro no tienen que ver con las empresas del sector, sino con sectores que no tiene acuerdos de precios. (DyN)
