SAN SALVADOR (AP).- Las autoridades mantienen estado de emergencia en una prisión de la región oeste del país, tras un enfrentamiento entre presos que dejó 21 internos muertos. "El penal está controlado. Se revisaron sus 12 sectores y se confirma la muerte de 21 internos", dijo Alberto Uribe de la oficina de prensa de la Dirección General de Centros Penales.

Las víctimas murieron entre la tarde del viernes y la madrugada del sábado en la prisión de Apanteos, en el departamento de Santa Ana, a unos 70 kilómetros al oeste de la capital. La cárcel con capacidad para 1.800 internos alberga en la actualidad a 3.200.

Los disturbios comenzaron cuando pandilleros de la Mara 18 agredieron a un custodio y los sujetos se negaron a ingresar a las celdas al final de la tarde. Aparentemente los mismos sujetos habrían emprendido los disturbios al interior del recinto.

Uribe indicó que desde las primeras horas del sábado más de 2.000 policías, soldados y guardias de seguridad ingresaron a la prisión para controlar los disturbios. Más de 200 reos fueron trasladados a otros penales. "En la requisa se encontraron paredes destruidas, cuchillos y machetes y cuerpos desfigurados", sostuvo Uribe.

El reconocimiento de los cadáveres terminó la noche del sábado en medio de un estado de emergencia que suspende las visitas a los internos y la presencia de la policía y soldados del ejército en los alrededores del penal. El subdirector de la policía, comisionado José Tobar, dijo al matutino El Diario de Hoy que "según las primeras investigaciones, la matanza fue planificada ya que los sujetos mataron a sus víctimas selectivamente".