SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Luego de una reunión a la que asistieron más de 80 vecinos, las autoridades de la Regional Tercera acordaron reforzar las medidas de seguridad en el barrio Casa de Piedra, y también solicitaron la realización de acciones comunitarias para enfrentar la preocupante ola delictiva que afecta a ese sector de la ciudad.

Los robos a casas de familia constituyen una modalidad que comenzó a tomar auge hace 4 o 5 años, cuando los vecinos dejaron de confiar en los bancos y guardaban los ahorros en sus domicilios.

En esos momentos los delincuentes elegían determinadas viviendas, sobre todo de comerciantes o empresarios, con la esperanza de obtener un buen botín, pero ahora se introducen en cualquier casa que no esté suficientemente asegurada, aunque no parezca que en ella habían personas pudientes.

En el último mes el barrio Casa de Piedra sufrió tres asaltos de ese tipo, siempre de día y en presencia de los habitantes de la casa, a los que maniataban para poder revisar las dependencias con tranquilidad.

El barrio está ubicado, aproximadamente, a la altura del kilómetro 12,300 de la avenida Bustillo, pero a más de un kilómetro de la ruta, y a casi dos kilómetros del destacamento policial más cercano, que cuenta con una reducida dotación de personal. Es cierto que hasta hace poco los robos en esa zona eran de ocurrencia extraordinaria, y nunca con armas, pero los delincuentes saben sacar ventajas de la desprotección de los vecinos.

El clima de inseguridad comenzaron a percibirlo los vecinos a partir de los asentamientos ilegales que se formaron cerca del barrio, pero en esos momentos a través de pequeños hurtos, de elementos de jardinería, juguetes o bicicletas dejadas en los patios.

El primer asalto se produjo el 5 de diciembre, y el tercero el 29 del mismo mes, y este es el que animó a los vecinos a solicitar una solución a las autoridades.

El comisario mayor Jorge Uribe, luego de reunirse con los vecinos, subrayó que la zona a cubrir era muy extensa, pero prometió que comenzaría a ser patrullada por la policía Montada y por los efectivos de la brigada Bora, y que también fortalecerían el destacamento de Playa Serena con mayor cantidad de policías.

Al mismo tiempo, propició la creación de una red de solidaridad entre los vecinos, y otras acciones comunitarias para hacer frente a la delincuencia, pero no trascendió de qué manera implementarían las medidas.

Volverán a reunirse el miércoles próximo para definir la estrategia.