LONDRES (DPA) -. La voz y el swing de Shirley Bassey cumple 70 años y lo festeja con un nuevo single "The Living Tree".
Cuando en Gran Bretaña se realiza una celebración, ya sea en la casa real, en el mundo del espectáculo o en la política, Shirley Bassey siempre está presente. La diva del pop ("Goldfinger") tiene su puesto asegurado como decana británica del mundo del espectáculo. Tenía su asiento reservado en la comida de honor con motivo del 80 aniversario de la reina Isabel II en junio de 2006 y ocho meses antes compartió mesa con la ex primera ministra británica Margaret Thatcher en la fiesta de su 80 cumpleaños.
Ahora, coincidiendo con su 70 cumpleaños hoy lunes, Bassey estará cantando y presentando su nuevo single. Bassey, que fue honrada con el título de "dama" por parte de la reina con el cambio de milenio, dio seis conciertos en Gran Bretaña tan sólo en verano de 2006. Hace tres años celebró con "Thank You For The Years" sus 50 años de carrera. Y en la actualidad resulta tan difícil verla alejada de los escenarios y las pantallas de televisión como de las columnas de chismes y moda.
La cadena de ropa Marks & Spencer convirtió a la rellenita cantante en protagonista de su campaña de Navidad 2006. La diva de voz sexy es una declarada partidaria de la monarquía británica y entre sus fans figura, entre otros, el príncipe Carlos. Su figura de cera se exhibe desde hace tiempo en el Madame Tussaud. En 1998 Bassey reeditó sus éxitos con la banda Propellerheads y volvió a convertirse en la reina de las pistas de baile con "History Repeating".
Bassey, que reside en Montecarlo, es la cantante británica que más veces aparece entre los "top ten", según asegura la BBC. Además es la única que ha cantado más de una vez el tema central de una película de James Bond. Su primer gran éxito fue en 1957 con "Kiss Me, Honey, Honey, Kiss Me". Bassey, la menor de siete hermanos e hija de una inglesa y un bombero nigeriano, había cantado hasta entonces principalmente en bares. Tenía dos años cuando su padre abandonó a la familia y en 1952, cuando tenía 15, tuvo que dejar el colegio para trabajar en una fábrica de carne empaquetando salchichas a fin de ganar dinero. En 1955, durante una actuación en el club londinense Astor se descubrió su talento. En los años 60 se sucedieron los éxitos. La canción en la película clásica de James Bond "Goldfinger" le otorgó súbitamente fama mundial en 1964. Interpretó además otras canciones de Bond como "Diamonds Are Forever" y "Moonraker". Entre los inolvidables temas figuran "Hey, Big Spender", una especie de himno personal de la cantante, y "Banana Boat Song".
Pese a todos los éxitos, Bassey, que según sostuvo hubiese preferido ser camarera, no está del todo satisfecha con el rumbo de su vida. Tras el fracaso de su segundo matrimonio y el suicidio de su hija Samantha se reprochó no haber sido justa con el doble esfuerzo de escenario y familia. Pero donde Bassey nunca ha tenido duda alguna ha sido al subirse a un escenario. Su público fiel se ha mostrado con ella tan entusiasta como los jefes de Estado y monarcas. "La señora Bassey es lo mejor que ha dado jamás Inglaterra aparte de los Beatles", sentenció el ex presidente estadounidense John F. Kennedy.
ANNA TOMFORDE
