RIO DE JANEIRO (AP).- El número de víctimas por la reciente ola de violencia en Río de Janeiro se elevó a 24, después que un hombre falleció por graves quemaduras sufridas en el incendio de un bus a manos de bandas criminales hace dos días, informaron las autoridades.

El hombre, de 41 años, que murió en el hospital, tenía quemaduras en 80% de su cuerpo, dijo a la AP en conversación telefónica la administradora del centro clínico, Sandra Barbosa. Al menos cinco supuestos bandidos murieron en choques con la policía la madrugada del sábado, indicó la televisora Globo.

La policía no presentó de inmediato un informe sobre esos nuevos incidentes y en los que dos agentes habrían resultado heridos, añadió la televisora. Por la madrugada, los criminales dispararon ráfagas de tiros a una estación policial y a la fachada de un centro comercial, hiriendo a un transeúnte.

La policía realizó varios incursiones en distintas barriadas, decomisando bombas de fabricación casera, cocteles Molotov, armas y una granada.

La mayor parte de los incidentes se sucedió en las empobrecidas barriadas de Río y pareció no tener efecto en las zonas de clase altas, mientras la ciudad se va llenando de visitantes tanto de Brasil como internacionales para las fiesta de fin de año en el famoso balneario de Copacabana, donde se reunirían unos dos millones de personas.

Las autoridades de Río de Janeiro habían reforzado la seguridad tanto en las calles como en 10 de las 712 barriadas o "favelas'' citadinas tras la ola de ataques lanzada de la noche del miércoles al jueves por las bandas, que incendiaron al menos media docena de autobuses y dispararon contra puestos de la policía.

Esos atentados han causado la muerte de 24 personas, entre ellas siete quemadas dentro de un autobús la madrugada del jueves y donde resultó herido el hombre fallecido en la jornada. Informes preliminares indican que estos ataques son "una respuesta al crecimiento de 'milicias' que según se ha reportado están integradas por policías activos o retirados'', dijo Tim Cahill, del grupo Amnistía Internacional.

Medios de prensa y algunas autoridades también han dicho que los atentados parecían una represalia de los criminales contra esas supuestas milicias, que han combatido a las bandas en los últimos meses y cobrarían a los habitantes de las favelas por protección en las barriadas.

Cahill dijo que las milicias "han llenado el vacío dejado por el Estado, expulsando facciones de traficantes de las favelas e imponiendo su propia forma de ley''. Pero el Secretario de Seguridad Pública de Río, Roberto Precioso, lo ha negado y afirma que los ataques fueron ordenadas por encarcelados líderes de las bandas -que debido a la corrupción dentro de las prisiones disponen de teléfonos celulares- para mostrar su fuerza a Sergio Cabral, el nuevo gobernador que asume este 1 de enero de 2007.