CIPOLLETTI (AC).- La empresa rionegrina mixta con sociedad estatal ARSA fue multada en 50.000 pesos por la justicia de Familia cipoleña al considerarse que el emprendimiento de la planta de tratamiento de líquidos cloacales, tal como está planteado, pone en riesgo a los niños y mayores que habitan los barrios aledaños.
Mientras, los vecinos damnificados por la puesta en marcha del complejo con piletones a cielo abierto ubicado en la zona de La Falda, cercana a los barrios Puente de Madera, Puente 83 y otros, se reunirán el jueves venidero con el ministro de gobierno Iván Lázzeri y el gerente de Aguas Rionegrinas, Juan Carlos Ricca. Así se los confirmó el intendente Alberto Weretilneck luego de una reunión con los habitantes de Puente de Madera.
De no obtener una respuesta favorable al pedido para que cesen los malos olores que deben soportar diariamente los cientos de pobladores, voceros de los damnificados anunciaron que volverán a cortar el puente carretero como hicieron hace poco -provocando un descomunal atascamiento- o que detendrán los trabajos para construir las cinco piletas faltantes con clausura de los accesos a la planta, incluso con gente con máscaras y elementos para evitar intoxicaciones.
Los vecinos ya dieron muestras de hartazgo por la situación cuando el martes pasado se apostaron frente a las cabinas del peaje Cipolletti-Neuquén y estuvieron cortando el puente por alrededor de ocho horas, hecho que despertó la adhesión de un sector y el malestar de otro.
Como se anticipó al principio, la justicia le impuso a Aguas Rionegrinas una multa de 50.000 pesos por no atenuar o minimizar las consecuencias que sobre los barrios aledaños podría ocasionar el tratado de los efluentes.
La medida fue tomada por la jueza de Familia, María Alicia Favot, que además intimó a la empresa para que, en un plazo de 72 horas, presente una solución a los olores que genera la planta.
Los abogados Mariano Rossi y Cecilia Saraceni -representantes legales de los vecinos- aseguraron que cuando se compró la chacra donde se construyó la planta "no se tuvo en cuenta a las personas que viven en ese lugar". Recordaron que en el estudio se analizó la dirección de los vientos predominantes para evitar que el olor afecte al casco céntrico y la ubicación de la escuela que hay en el lugar, pero "nunca que frente al sector donde se iban a levantar las lagunas había un barrio con cientos de personas".