ROCA (AR).- Miles de cucarachas, poco personal de limpieza y una buena parte de la edificación vetusta van en contra de la necesaria higiene que debe tener un hospital como el "Francisco López Lima" de Roca.

Con el calor afloran por doquier los desagradables insectos que desde las viejísimas cloacas resultan incontenibles.

"El año pasado se selló el módulo de internación de hombres para tirar pesticida, pero en otros sectores no se puede hacer porque con las paredes prefabricadas las cucarachas se van para otras secciones", informó Miriam Soto, del Comité de Control de Infecciones del hospital.

El problema se potencia en las edificaciones viejas como Pediatría o el sector de cocina, porque las cloacas están infectadas de cucarachas y hay miles de rendijas, resquebrajaduras y grietas en las paredes y pisos ideales para ocultarse.

Una enfermera de Pediatría, asqueada de ver esos insectos en el comedor del sector, manifestó que la única solución es "tirar todo el edificio y hacerlo de nuevo", postura que comparten varios empleados.

La dificultad para combatir la plaga es que no pueden clausurar toda la sala para fumigar porque además de la imposibilidad de sellar el lugar, no hay dónde llevar a los pacientes durante el proceso de desinfección, informó el personal.

También existen dudas con la construcción del prometido sector de terapia intensiva pediátrica, en cuanto al aislamiento de la problemática que tiene el sector de internación viejo.

Desde el Comité de Control de Infecciones informaron que se está tratando de controlar la proliferación de cucarachas con geles (insecticida) que se colocan en las esquinas y con tapas ciegas para rejillas.

La cocina y los carritos que trasportan los alimentos a las distintas salas están también en la mira.

Según Soto, quieren comprar un extractor o una membrana con filtro para colocar en la campana de la cocina como manera de evitar el ingreso desde afuera de los insectos.

En cuanto a los carritos, buscan reemplazar toda la madera o cartón donde se esconden, dejando sólo aluminio, que es más fácil de desinfectar y controlar.

Otra medida que ya implementaron es prohibir que las visitas ingresen alimentos a las salas de internación porque "muchas veces las dejan en roperos o mesitas de luz", conformando un centro de atracción más para las cucarachas.

Desde hace un par de meses Soto se dedica "full time" al tema de desinfección y conforma junto con un infectólogo, un microbiólogo, dos médicos clínicos, un farmacéutico y un técnico en esterilización el Comité de Control de Infecciones.