CRAWFORD Texas, EE.UU. (AP) _ El presidente George W. Bush trabajó ayer unas tres horas en su rancho de Texas en la elaboración de un plan para una nueva estrategia en Irak, pero aclaró que tiene que hacer más consultas antes de tomar una decisión.
Abrumado por su bajo nivel de aprobación debido a la manera como ha conducido la guerra, el presidente se encuentra bajo una presión creciente para presentar un nuevo plan para las fuerzas armadas en Irak, donde la ejecución del ex presidente Saddam Hussein podría generar una mayor violencia.
"Necesitamos efectuar más consultas antes de que hable con el país sobre el plan'', señaló Bush, al hablar afuera del edificio de oficinas de su rancho. "Obviamente, seguiremos trabajando con el gobierno iraquí. La clave del éxito en Irak es tener un gobierno que esté dispuesto a enfrentar a los elementos que intentan impedir que esta democracia joven tenga éxito'', añadió sin ofrecer detalles de la estrategia que podría anunciar en la primeras semanas del año próximo.
De vacaciones en su hacienda, el mandatario se reunió con sus asesores de seguridad nacional. El vicepresidente Dick Cheney, la secretaria de Estado Condoleezza Rice, el secretario de Defensa Robert Gates y el jefe del estado mayor conjunto, general Peter Pace, acompañaron a Bush cuando hizo este anuncio de tres minutos en un camino bordado por cactos, e ignoraron las preguntas de los periodistas sobre la
ejecución de Saddam.
Bush no aceptó preguntas y no ofreció detalles sobre la nueva estrategia que según dice está elaborando y divulgará a inicios del año entrante. Asimismo, agradeció a los soldados estadounidenses por sus servicios, aunque no ofreció pistas en cuanto a la posibilidad de elevar el número de los soldados en Irak.