¿Qué es Neuquén capital para alguien que tiene abierta la posibilidad de ser su intendente?

Una expresión muy elocuente de desigualdad social. Hay miles de personas quedadas atrás, que no encontraron cabida en las políticas de desarrollo ejecutadas...

¿Qué es "quedadas atrás"? ¿Fuera del sistema?

O en los bordes: "No voy a la escuela porque no tengo zapatillas...".

¿Qué quiere decir con eso?

Me lo dijo una nena de seis o siete años, durante la campaña para la interna.

¿Descubrió ahora esa realidad?

No, pero en esta campaña para la interna, en contacto directo con la gente, ratifiqué la existencia de situaciones que son degradantes. Mire, por ejercicio de la profesión, tengo una saludable deformación...

¿La planificación?

Sí... saludable porque después de 25 años en el Copade tengo en claro que lo que no hace la planificación lo hace la improvisación. Desde ese escalón miro Neuquén, no en función de los 300.000 habitantes que tiene hoy y que son los que gobernaré yo...

¿Gana?

Sí. Miro un Neuquén que duplica los habitantes cada 10 años, veo el millón que seguramente tendrá en 20 años más... Y ahí es cuando uno tiembla al pensar que lo que haga hoy tiene que ver, salga bien o mal, con ese futuro neuquino. Desde lo social tenemos situaciones terribles, individuales y de conjunto.

¿Usted cree que la política está para hacerse cargo del destino individual de la gente? Giuliani, el alcalde que mudó Nueva York, dijo semanas atrás en Buenos Aires que si siendo alcalde él se hubiera detenido en las situaciones individuales que le llegaban a diario, se suicidaba.

Lo que sea, pero no se debe dejar desprotegida a la gente. Desde lo social, Neuquén capital tiene cuatro problemas muy delicados: carencia de vivienda faltan no menos de 20.000, problemas de suministro de agua un déficit que en determinados momentos atraviesa todos los rangos sociales por igual, seguridad y empleo.

Pero son temas provinciales... Usted le podrá regalar gasoil a la Policía, como hacen en Cipolletti, pero de ahí a la seguridad...

¿Y a usted le parece poco que desde una comuna se colabore para mayor seguridad? La co

muna de Neuquén, con sólo dos acciones, puede ampliar los márgenes de seguridad. Una, desmalezando: tenemos lugares como la calle San Martín al fondo, ya casi en el aeropuerto, que parecen una selva... La ruta que va a Ciudad Industrial tiene tramos sin luz, es una boca de lobo. Ahí ha pasado de todo... Yo me voy a involucrar directamente en temas que aparentemente son de única esfera provincial. Yo veo cómo Río Negro, ya sea con recursos nacionales y políticas de otra naturaleza, va respondiendo al problema de la vivienda, mientras en Neuquén capital estamos en pañales... los recursos no le llegan. Aquí hay que generar un programa de construcción de entre 4.000 y 5.000 viviendas por año... Ese es mi compromiso en esta materia: gravitar ante provincia, Nación y la banca, para perfilar una política de vivienda. Neuquén tiene lugares "rojos" que uno no puede ignorar.

Quiero creer que la reflexión de "rojos" es ajena a toda prevención de índole ideológica.

Por supuesto. Lugares rojos en el sentido de que el suministro de servicios es ahí, si no precario, abierto a problemas con ida y vuelta. Le doy un caso: en el centro de Neuquén capital, donde hoy comienzan a construirse 30 ó 40 edificios horizontales, va a haber desafíos cada vez más graves en materia de suministro de agua, energía eléctrica y de saneamiento... Y no es que la comuna venga de años de desidia en materia de obras...

¿Cómo juzga la gestión de Quiroga?

Hizo cosas positivas, especialmente para algunos sectores, y no estoy de acuerdo con otras políticas... Pero su gestión, y lo digo respetuosamente, comienza a ser historia. Yo ya me siento intendente. Entonces pienso que el principal año de mi gestión es éste, el previo a la asunción. Yo tengo que tener en claro qué tiene previsto presupuestariamente el EPAS, por caso, para ir solucionando los problemas de agua de la ciudad. No quiero llegar a asumir sin saber qué previsiones tienen para el 2008 en este campo. Y así como con el EPAS, con el EPEN, con Vialidad, Seguridad, con Educación, con Salud... ¡No voy a ser un intendente fácil! Y no estoy abriendo juicio sobre gestiones anteriores, no... nada de eso. ¡Hablo de lo mío!

¿Qué es un intendente difícil? ¿Un rompe atributos?

Si usted quiere... Yo tengo una ventaja sobre el resto de mis adversarios.

¿Su pertenencia al bloque en el poder le facilitará el triunfo?

Lo digo desde otro lado: conozco muy bien la administración provincial, sus blancos, negros, matices... sus laberintos, sus tiempos.

Está enojado con Salud, ¿no?

¡No, no! Lo que creo es que, en relación a Neuquén capital, tiene que ajustar su servicio. Se necesita construir más centros de atención primaria, donde se resuelven más del 70% de los casos. Pero como desde hace años no se amplió esta red, bueno... la gente se apiña en los hospitales. Una situación que degrada, dado que pasan una madrugada entera para esperar un turno. No hablo de municipalizar el servicio de salud, sí de un compromiso del municipio para ayudar a Salud a descentralizar más y más la prestación. Lo mismo pasa con el BPN. En Neuquén capital se necesitan no menos de 8 ó 10 delegaciones situadas en los barrios o cajeros automáticos. Hay que afincar a la gente a los barrios, que se quede ahí, que consolide su identidad como barrio, sus valores.

Me suena a facilitar el control social.

¡No, no! ¡Por favor! ¡No está en mí ir por ese lado! Cuando hablo de descentralización de tareas administrativas me refiero a facilitar la gestión, al ahorro de los recursos de la gente. No sólo en lo que hace al banco o salud. También atañe al municipio, a Rentas. Le doy un caso: los Centros de Educación Física. Tenemos dos: el 1 y el 4, que

está en Belgrano. Buenas instalaciones, buena pileta, razones por las cuales vienen de todos los barrios y, claro, su funcionamiento está siempre bajo la sombra de colapso. A nivel provincial, Neuquén tiene localidades de 4.000 ó 5.000 habitantes con los servicios bien cubiertos. A nivel Neuquén capital, los déficit son inmensos en barrios como Villa Ceferino (28.000 habitantes) o San Lorenzo (con más de 60.000).

Si llega a intendente, será un vecino de Río Negro con poder. ¿Cómo ve esa relación?

Como tareas en común con el Alto Valle, tengo proyectos a medio pensar en materia de tratamiento de residuos, tránsito...

¿Le disgusta que muchos neuquinos se vayan a vivir a Cipolletti?

¡No! Lo que me molesta es que haya ignorantes que digan que Cipolletti es un dormitorio de Neuquén. Buscan ser peyorativos con eso y sólo muestran un desconocimiento y medianía brutal de conocimientos de desarrollo urbano.

¿Se viene al ciudad lineal de Vapñarsky?

Y... casi, casi...

¿Qué tiene en común usted con Jorge Sapag de naturaleza política, más allá de la identificación en buscar reproducir poder para el MPN manteniendo la gobernación y recuperando la comuna de Neuquén?

Quizá algo que fue surgiendo cuando dibujábamos la campaña para la interna. El habla de ejercicio del poder desde liderazgos compartidos, a lo que yo sumo el construir poder para delegar poder.

¿Liderazgo compartido es liderazgo horizontalizado?

Pero esto no implica diluir responsabilidades a la hora de la toma de decisión. Significa consensuar, reflexionar en conjunto, ir de la duda individual a la certidumbre que deviene de la consulta, de la búsqueda de sugerencias, de otros pareceres.

¿Qué diferencia a Jorge Sobisch de Jorge Sapag desde estilos de ver y hacer política?

Sobisch es muy intuitivo, el otro Jorge acciona más desde la cautela que le brinda el reflexionar vía el estudio de los temas que son propios de gobierno, de política. Pero esto no quiere decir que la característica que yo identifico en uno como más permanente, esté ausente en el otro. No, no.

¿Qué quiere decir con esa aclaración? ¿Quiere quedar bien con los dos?

¡No, no...no se trata de eso! Hablo más de lo tendencial en el estilo de uno y otro... de lo más permanente a la hora de la política.

Pero ya liderando un sistema de decisión, esas naturalezas se trasladan a las respuestas que dan desde el ejercicio del poder. Determinan. ¿Cómo cree que fungen esto en uno y otro?

Y... al tratarse de dictados de naturaleza, inciden, claro. Jorge Sobisch se siente cómodo en la acción, en la rapidez, en la política que reclama un "ya". A partir de ahí deja abierta la confrontación. Es una consecuencia inevitable de ese estilo. Lo que noto en Jorge Sapag es que, al tener un estilo más cauto, reflexivo, sus respuestas tienen un calibre más. No sé, no sé...

¿No sé qué?

Jorge Sapag trabaja mucho en equipo. Se siente más cómodo en el debate intenso de ideas. Cuando fue ministro de Gobierno y alentó la modificación al Código de Procedimientos, trabajó meses y meses consultando a unos y otros hasta formarse una opinión bien fundada.

A los fines de redondear ligeramente: Sobisch es Roca y Sapag es Carlos Pellegrini...

Pero ambos cincharon para el mismo lado. ¿O me equivoco?

CARLOS TORRENGO

ctorrengo15@yahoo.com