BUENOS AIRES (ABA).- El gobierno nacional resolvió no apresurar los pasos para retomar el diálogo con los dirigentes rurales, para lo cual se esperará hasta después de fin de año para trazar una agenda de encuentros entre ambas partes con el fin de analizar la situación que derivó en el paro del sector de nueve días.

Así lo expresó una importante fuente del Ministerio de Economía, quien admitió que, por el momento, la única iniciativa es comenzar la agenda de diálogo en primer término con las entidades agropecuarias más flexibles, y por eso, las primeras reuniones serán con Sociedad Rural Argentina (SRA) y con Coninagro, entidad que no adhirió a la medida de fuerza.

"No queremos precipitar nada. Que cada uno haga su propio análisis de cómo actuó y en función de esto nosotros después moveremos las piezas que sean necesarias", argumentó la misma fuente.

De todas maneras, el congelamiento de la relación con el sector rural, luego del lock out, fue admitido por la propia ministra de Economía, Felisa Miceli, quien días atrás, en un brindis con periodistas de diversos medios, a los cuales fue invitado "Río Negro", la titular de la cartera económica aseguró que "no hubo por el momento ningún contacto con los productores rurales".

"La realidad muestra que en estos últimos días no hubo contactos y tampoco se está previendo que se pueda realizar en los próximos días", dijo la ministra en forma escueta a los periodistas que participaron del encuentro.

En función de este panorama, los asesores de la ministra coinciden en que lo mejor es que el campo dé señales concretas de búsqueda de diálogo y de flexibilidad para poder avanzar en medidas que puedan mejorar la situación "pero no bajo presión".

"Pese a las quejas de los ruralistas, este año vamos a tener una cosecha récord", repitió Miceli.

Como la postura de ambas partes continúan con cierto grado de tensión, la evaluación en el equipo económico es comenzar con entidades

que tienen una mejor predisposición al diálogo. No obstante, desde la Rural, Hugo Biolcati, integrante de la cúpula de la entidad, recordó que la medida de fuerza reciente fue "una señal" que el campo quiso dar al gobierno, y puso de relieve que fue un símbolo de "reclamo, protesta y disgusto", pero que, en definitiva, se trató de una señal para que las "autoridades y la dirigencia nos sentemos a trabajar seriamente".

"Vamos a seguir trabajando y aguardaremos la convocatoria", aseguró otra fuente de la Sociedad Rural Argentina.

Asimismo, en las entidades más duras como Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Federación Agraria Argentina (FAA) existe la idea de establecer un compás de espera para observar cómo se mueve el Gobierno y en función de eso dar los pasos necesarios.

"Hasta ahora nadie nos llamó y no tenemos ninguna novedad. Veremos qué puede pasar en los próximos días", fue la respuesta de Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria.

Más escépticos, de cara a esa perspectiva, fueron los titulares de CARBAP, Cartez, Carsfé y Farer, Pedro Apaolaza, Rubén Osella, -Manuel Cabanellas y José Basaldúa, respectivamente, quienes sí anticiparon, en cambio que en enero próximo se reunirá la Mesa Directiva de CRA.