La ambición del suizo Roger Federer parece no tener límites. Como si los nueve títulos en torneos de Grand Slam no fueran suficientes, el suizo contó que para 2007 se fijó dos meta: una es ga-nar su quinto título en Wimbledon, y la otra festejar por primera vez en su campaña en Roland Garros.

"Sería bueno ganar el Abierto de Francia, un sueño hecho realidad, pero mi prioridad siempre va a ser Wimbledon y permanecer al frente del ranking", indicó el número uno del mundo, quien en el 2006 se convirtió en el primer tenista en sobrepasar los ocho millones de dólares en premios, en una temporada.

El suizo más conocido destacó que "estos objetivos son los que cambiaron mi vida y me hicieron el jugador y la persona que soy ahora".

La temporada que terminó Federer alcanzó la final de 16 de los 17 torneos en los que participó, y ganó tres de los cuatro grandes, como fueron Abierto de Australia, Wimbledon y US Open, acumulando en total 12 títulos.

Sin embargo, el español Rafael Nadal fue su verdugo en la final de Roland Garros, al igual que en Dubai, Montecarlo y Roma.

Una de las claves del gran Roger es nunca subestimar a nadie. Por eso no llama la atención cuando de su boca salen palabras de elogio para sus rivales.

"Siempre se necesita competir, algunas veces se tiene suerte y otras no. Ahora hay un buen grupo de grandes jugadores, como Nadal; (Andy) Roddick; (Lleyton) Hewitt; (Marat) Safin; (David) Nalbandian, y otros nuevos como (Iván) Ljubicic y (Nikolay) Davydenko", afirmó el suizo en relación con el circuito.

"Tuvimos un fantástico 2006, pero un interesante 2007 nos espera", señaló el suizo que iniciará su temporada en el torneo de Kooyong, en Australia, el 8 de enero, antes de comenzar la defensa de su título en el Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año.