No lo salvó la fama, menos los ruegos de su esposa. El portugués Maniche se pasó de copas, puso su automóvil a más de 130 kilómetros por hora en las afueras de Lisboa y por eso fue demorado por la Policía.
El hecho, que repercutió con fuerza en Madrid, se produjo en la madrugada de ayer, de acuerdo a lo que publicó el diario deportivo 'O Jogo'. Según ese medio, la Brigada de Tránsito de la Guardia Nacional Republicana (GNR) detuvo al jugador del Atlético cuando conducía a más de 130 kilómetros por hora.
Todo se complicó para el volante 'colchonero' cuando se le detectó un elevado índice de alcohol, muy superior a la permitida por la ley.
Al momento de ser demorado, Maniche estaba acompañado por su esposa.