¿Por qué un equipo que ganó cuatro títulos entre agosto del 2005 y mayo del 2006 está tan obligado a ganarlo todo en el futuro como otro equipo que no consigue nada desde hace dos años y medio? Esta idea que domina la escena del fútbol argentino hoy es exagerada e injusta para con el primero de los equipos, pero se sostiene, fundamentalmente, porque se trata ni más ni menos que de Boca y River.

El inesperado desenlace a pura manos vacías que vivió la escuadra xeneize en el epílogo de la temporada, cuando dejó escapar un Apertura que tenía casi ganado dos fechas antes y con seis puntos de ventaja sobre su escolta Estudiantes, borró todo lo ganado en los meses anteriores con Alfio Basile.

En Núñez, la urgencia es obvia. No festejan desde mitad del 2004, cuando se quedaron con el título del Clausura de la mano de Leo Astrada. Cinco campeonatos pasaron desde entonces. El Jefe también siguió su camino, al igual que Reinaldo Merlo, y hoy las exigencias recaen de lleno sobre Passarella, actual entrenador. Un detalle no menor es la sequía internacional: el último logro fue la Supercopa '97, con Ramón Díaz -nuevo DT de San Lorenzo- en el banco.

En los cinco torneos que siguieron a la última y ya lejana consagración terminó tercero, décimo, sexto, quinto y tercero, respectivamente. Los campeones fueron Newell's, Vélez, Boca en dos ocasiones y Estudiantes.

En el terreno internacional la suerte tampoco acompañó. En la Copa Libertadores cayó en semifinales tanto en el 2004 (ante Boca) como 2005 (San Pablo), mientras que en la última edición fue eliminado por Libertad en cuartos.

Y en la Sudamericana la historia más reciente es aún peor. En el 2004 lo sacó Arsenal en la fase preliminar y en el 2005 Corinthians en octavos.

Cabeza de serie del Grupo 6, River buscará revancha en la Libertadores 2007. Allí lo esperan Colo Colo (Chile), Caracas (Venezuela) y el ganador del Repechaje 4 que disputarán Tacuary (Paraguay) y Liga de Quito (Ecuador). El tiempo dirá.

La cuestión por La Boca es otra. El Xeneize fue bicampeón local a mitad de año de la mano de Basile y en septiembre venció al San Pablo por la Recopa Sudamericana. La turbulencia llegó a partir de la salida del Coco, quien se fue a la Selección. Arribó La Volpe, con él las dudas y el conocido final de sus cortos 88 días en Boca: caída en la final con Estudiantes

La Volpe se fue y enseguida arregló Russo, quien se fue de Vélez y fue reemplazado por el propio La Volpe... ¿Cómo sigue la historia, entonces? El Nuevo Boca apostará fuerte a la Copa Libertadores. Un detalle: por los incidentes ante Chivas en la Copa 2005, tiene La Bombonera suspendida por tres partidos. Aún no está resuelto dónde jugará. Todo un desafío.