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LA SEMANA EN BARILOCHE: Crujidos en el frente | ||
La Convención Constituyente transita sus últimos días y tiene previsto cerrar el martes la redacción "en bruto" de la futura Carta Orgánica, que luego de las correcciones finales deberá ser sancionada al próximo 4 de enero. Muchos de los temas abordados hasta ahora se concentran -como era de esperar- en asegurar un mejor funcionamiento del municipio. La pulsión por incluir institutos y responsabilidades hasta ahora no contemplados anticipa que el texto nuevo será más abultado que el hoy vigente. Exagerado pero serio, un convencional que aportó su voto para consagrar muchos de esos cambios reconoció ayer que "para cumplir a rajatabla con esta Carta Orgánica, Bariloche va a necesitar el presupuesto de Roma o de París". Pero además de estos pormenores, la Convención no se refugió en las especulaciones teóricas sino que también quedó abarcada por los entuertos políticos que agitan al municipio. El traspié sufrido por el FpV en su propósito de imponer la figura del viceintendente dejó secuelas notorias en la convivencia interna de esa fuerza y condicionará las candidaturas para la elección del año próximo. Los demás convencionales percibieron desde un primer momento que detrás de ese proyecto del FpV no había una preocupación por mejorar la institucionalidad del municipio sino por garantizar que el intendente actual, Alberto Icare, pueda ir a la reelección en compañía de un ladero incondicional. Incluso la hipótesis que rondó la cabeza de todos es que Icare -dada la fragilidad de su estado de salud- se presentaría sólo para arrastrar votos y renunciar luego en favor de su vice, quien por sí sólo no garantizaría ni de lejos una performance similar. La maniobra abortó cuando una de las convencionales del FpV, Silvana Camelli, anticipó que votaría en contra, junto a otros representantes de la oposición, de modo que la iniciativa se caía sin remedio. Para evitar la derrota, la primera convencional del Frente y presidenta de la Convención, Arabela Carreras, pretendió retirar el proyecto, pero también allí hubo disidencias internas en el oficialismo. Porque Julio Accavallo y dos de sus pares decidieron dar la batalla igual y perder en la mesa. Lo ocurrido sirvió para confirmar que los políticos no pueden abstraerse del microclima que los engendra y los sostiene. Y si se esfuerzan por convencer que no tienen intenciones ocultas y sólo los mueve el interés común, sólo encuentran sonrisas capciosas. Luego de la traumática experiencia, el FpV bailotea despreocupado como un boxeador alcanzado de lleno en la mandíbula que pretende demostrar que no sintió el golpe. Pero las diferencias surgidas en la Convención podrían ser el prólogo de un desbande mayor. Camelli proviene del sindicato de Empleados de Comercio, cuyo mandamás, Wálter Cortés, nunca fue un entusiasta defensor de Icare. Si no se aparta del Frente es por un acuerdo de mutua conveniencia que mantiene con el senador Miguel Pichetto, pero está claro que aprovechará cualquier traspié del intendente para hacer su juego. Justamente los mejores momentos de la alianza que el PJ y el Frente Grande tejieron con Icare y los suyos (enrolados en el partido SUR) se sucedieron cuando Pichetto y Julio Arriaga, viajaban con asiduidad a Bariloche. El epicentro de aquel romance fue la elección de convencionales. Hoy Pichetto y Arriaga se ven menos con sus socios locales. Ese falta de diálogo interno y la salud resquebrajada de Icare contribuyeron para hacer crujir a la versión barilochense del FpV, que desde el primer día avanza movida por un estricto interés electoral y sin ocultar la precariedad de su velamen programático. El episodio del viceintendente no hizo más que poner las cosas al desnudo. Y mientras la política siga siendo un asunto de roscas entre dirigentes, sin mayor espacio para la movilización popular, basta un desacuerdo de esa clase para echarlo a perder todo. Cuánto más podría afectar entonces al FpV una eventual deserción de Icare en su candidatura para 2007. De optar por no presentarse, pondría en serio entredicho el peso electoral de SUR y su poder de negociación dentro del FpV, donde los otros partidos ya tienen nombres en las gateras para la intendencia. Una incertidumbre que Icare prometió desbaratar "antes de fin de año".
DANIEL MARZAL | ||
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