SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un acusado por encubrimiento que logró que suspendieran su juicio a prueba será juzgado porque no cumplió con la obligación de prestar las tareas comunitarias que le encomendaron.

Son pocos los casos de delincuentes primarios o sospechosos que incumplen las pautas impuestas como condición para suspenderles a prueba el juicio, y por esa razón el fallo del juez Gregor Joos constituye una medida ejemplar.

El último 21 de junio el magistrado resolvió suspender por un año el juicio seguido contra Matías Rozas por encubrimiento y falsificación, y entre otras pautas le impuso, bajo apercibimiento de reiniciar las actuaciones en su contra, la obligación de efectuar tareas no remuneradas en favor de una institución hasta completar 150 horas de trabajo, fuera de sus horarios habituales de labor y a razón de no menos de cuatro horas semanales.

La semana pasada el juez Joos entendió que "no obstante el tiempo transcurrido desde la fecha en que se le concediera al encartado el beneficio de suspensión del juicio a prueba y de habérselo intimado para que de cumplimiento a las pautas de conducta que se le impusieran como condición del beneficio en cuestión, Rozas no ha cumplido con las horas de tareas comunitarias que debía realizar en el Hogar de Ancianos de la localidad de El Bolsón".