En lo político, seguir adelante con la concertación plural con eje en el peronismo y el 'radicalismo K', posiblemente detrás de la candidatura de Cristina Fernández, aunque esto se decidirá lo más tarde posible, quizá a comienzos del invierno, arriesga algún pingüino del tipo emperador.
" En lo económico y social, seguir cabalgando sobre el "crecimiento a lo chino" (8/9 por ciento), que entre otras patas se sostiene en el superávit fiscal y en la recuperación de reservas monetarias. Como hay luces de alerta, se seguirá con el control de precios y se aumentarán las tarifas eléctricas a las industrias (no a las viviendas residenciales). El cometido es mantener a raya a la inflación, distribuir la riqueza (este año se achicó la brecha entre ricos y pobres) y darle sustento (palabra que gusta en los foros internacionales) al desarrollo.
" En materia de derechos humanos, no aflojar con los juicios por la memoria y la justicia contra ex represores de la pasada dictadura militar. Esto a pesar de que "sectores marginales" vinculados con el ex comisario Miguel Etchecolatz, habrían asesinado al testigo clave Jorge Julio López, según sospecha una alta fuente de la Rosada ante "Río Negro".
Estos son algunos de los objetivos principales para el 2007 del gobierno nacional, que por un lado machaca con gestión, gestión y más gestión y por el otro va tejiendo un entramado electoral, aprovechándose de las debilidades que encuentra en la fragmentada oposición. Piano, piano, si va lontano, es el lema de laboratorio.
Las vacaciones ya están allí y el presidente Néstor Kirchner decidió no bajar la guardia y seguir pulsando desde el palco el humor de la ciudadanía. Con un cierre de año satisfactorio, el matrimonio que está en el poder, tras la mala experiencia de Misiones, irá observando el ánimo de la dominante clase media.
"Se ha restablecido el principio de autoridad, pero la crisis política no ha sido superada, pues por abajo está todo convulsionado", se dice en Olivos con encuestas en la mano. Para el patagónico uno de los problemas argentinos es que cuando un gobernante deja sus funciones, viene otro y hace exactamente lo contrario. Si logra la rotación con Cristina, le daría continuidad al proyecto en marcha, claro que con un estilo y elencos distintos. Si la primera dama accede al podio, el jefe de Gabinete Alberto Fernández iría por una senaduría por la Capital Federal.
Los pasos de Kirchner son seguros ante el convencimiento de que la oposición "no existe". Focaliza sus críticas en Mauricio Macri, quien pareciera que se va a recostar nuevamente en la disputa porteña, y ningunea a su ex ministro Roberto Lavagna, al exponer los contundentes resultados económicos.
"Esperemos que ellos jueguen primero, que están más apurados", ordena Kirchner que trata de aglutinar a peronistas y radicales "nacionales y populares", socialistas y organizaciones de base. La fórmula sería con un radical, posiblemente Julio Cobos, mientras Lavagna también procura el acompañamiento de un senador de la UCR, Ernesto Sanz.
Por lo demás, el pragmatismo seguirá rigiendo la construcción política. No se pondrán reparos al adelantamiento electoral en varios distritos, como en Córdoba y Río Negro. El favor popular hará el resto. En su reciente visita a Río Cuarto, Kirchner se sorprendió cuando el "aplausómetro" benefició a Juan Schiaretti, el delfín de Juan Manuel de la Sota.
Kirchner pretende, en la medida de lo conveniente, desalentar el internismo, para llegar a octubre con una fuerte tracción de votos, ya sea hacia él o hacia su esposa. En aras de garantizar el triunfo, no está dispuesto a desprenderse de "impresentables", lista en la que han puesto al intendente de José C. Paz, Mario Ishii, sospechado de negocios dudosos con fondos municipales en ocasión del secuestro del joven Hernán Ianonne.
Concluye el 2006 con una lamentable disputa entre Argentina y Uruguay por las papeleras de Fray Bentos. La hermandad está teñida de malsano nacionalismo. Los fallos del tribunal internacional de La Haya no parecen promisorios para nuestro país. Los habitantes de Gualeguaychú no están dispuestos a suspender los cortes de ruta y en la Rosada se sostiene que los brazos no permanecerán cruzados si las plantas terminan contaminando el medio ambiente. No hay buenos augurios.
ARNALDO PAGANETTI
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