SANTIAGO.- El fallecido ex dictador chileno Augusto Pinochet dispuso en el testamento de sus bienes que 1,5 millones de dólares deberán ser repartidos entre su esposa y sus tres hijas, y marginó de esa herencia a sus dos hijos varones, según publicó ayer el diario El Mercurio.

Una nota escrita de puño y letra por el ex dictador señala que su esposa Lucía Hiriart y sus tres hijas -Lucía, Verónica y Jacqueline - recibirán "por partes iguales" una inversión de 1,5 millones de dólares que mantenía en el Banco Coutts, de acuerdo a la versión.

Esa suma, sin embargo, está embargada por la justicia chilena, en el proceso por evasión tributaria que enfrentó Pinochet en los últimos años de su vida y que ahora continuará contra su familia. Al morir, Pinochet enfrentaba cuatro procesos, tres por violaciones a los derechos humanos y uno por fraude tributario en el caso de las millonarias cuentas secretas que mantuvo en el Banco Riggs de Washington y otras entidades bancarias. Tras su muerte, tres de esos juicios fueron cerrados definitivamente, inclusive el proceso por fraude fiscal.

El juicio, sin embargo, seguirá abierto para aclarar la participación que en esos delitos tuvieron la esposa de Pinochet y sus cinco hijos, además de algunos colaboradores del ex dictador. Pinochet falleció el 10 de diciembre pasado a los 91 años.

Por su parte, la presidenta chilena Michelle Bachelet se declaró impresionada por la adhesión que un sector de la sociedad manifestó por Pinochet durante sus funerales hace poco más de una semana.

"Me impresionó. Fueron 72 horas en que los canales transmitieron todo lo que sucedía. La verdad es que se percibió con mucha intensidad", dijo Bachelet en un programa de televisión en la madrugada del sábado. "Me preocupó el fanatismo. Creo que los afectos son súper legítimos, las adhesiones en un sentido u otro son muy legítimas, pero ahí se desbordó", añadió la presidenta socialista, cuyo gobierno no autorizó funerales de Estado para el ex dictador (1973-1990). (AFP/Télam)