WASHINGTON.- El nuevo secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, entregó ayer al presidente George W. Bush las primeras conclusiones de su visita a Irak para ayudarlo a elaborar una nueva estrategia en ese país.
Cinco días después de su asunción como jefe del Pentágono, Gates se reunió con Bush en la residencia oficial de Camp David, cerca de Washington, donde el presidente norteamericano pasará las fiestas de Navidad, indicó un portavoz de la Casa Blanca.
A la reunión también asistieron la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el consejero de Seguridad Nacional Stephen Hadley, indicaron medios de comunicación norteamericanos.
Presionado por la violencia sectaria en Irak y por los ciudadanos de su propio país, que piden cambios, Bush estudia alternativas para anunciar una nueva estrategia para la guerra en Irak en enero.
A pesar de que la violencia crece en Irak, el mandatario se encuentra bajo fuerte presión para establecer un cronograma que permita la retirada de decenas de miles de efectivos estadounidenses.
Según un reciente informe del Pentágono, la situación siguió deteriorándose entre mediados de agosto y mediados de noviembre últimos, con un promedio de 959 ataques semanales, es decir un incremento del 22% respecto a los tres meses precedentes.
Entre las opciones contempladas por Bush se encuentra la posibilidad de enviar más tropas. El miércoles anunció que aún no había decidido decantarse por esa opción.