Fue histórico por donde se lo mire. El motociclismo regional cerró un año inolvidable, difícil de poder superar. Siete títulos argentinos, entre los cuatro que aportó la velocidad y tres el motocross, son una muestra del potencial, con algunos pilotos que dejaron en claro que poseen proyección internacional.
El esfuerzo de tantos años por mantener la actividad dio sus frutos como nunca, con conquistas al por mayor en el máximo nivel.
El certamen argentino de velocidad fue "copado" por la "armada regional", encabezada por los hermanos Marco y Martín Solorza, dos tipos que de títulos conocen, y mucho.
Marco se consagró bicampeón en Súper Sport, a pesar de todas las chicanas de la Camod y hasta alguno de sus rivales.
Es un producto de exportación, al que esperan con los brazos abierto en la flamante Copa Kawasaki, que se disputará en forma paralela con el afamado certamen español de velocidad.
Martín volvió a tener continuidad y estuvo en el mismo nivel que cuando logró el tricampeonato. Ganó casi todo en superbike, y hasta estuvo ternado para los Olimpia.
Esta vez la cosecha fue mayor. El neuquino Leandro Kamann se consagró en superbike B, después de un apasionante duelo con el eterno pero siempre vigente Armando Colomo, y el cuarteto de títulos lo completó el viedmense Gerardo Cabaliere, el "uno" en Sport Production.
Si a los títulos, le sumamos una extensa actividad en el certamen del Sur de la República, con la aparición de jóvenes como Juan Solorza y "Maxi" Sosa, es para soñar con más títulos en un futuro inmediato.
Sólo resta que la Camod, que maneja la velocidad a nivel nacional, trabaje con la seriedad que la categoría y los pilotos se merecen.
El motocross no se quedó atrás. Los neuquinos Ezequiel Fanello, en 125 cc., y Marco Schmit, en open class B, y el cipoleño José Urcera, en 80 cc. B, fueron campeones argentinos.
Fanello hizo un certamen impecable, siempre estuvo entre los de punta, respaldado por un gran equipo como Conarpesa.
Otro que se lució fue Urcera, el nuevo "rey" en 80 cc. B. También integrante del equipo Conarpesa, tuvo un bravo rival en el roquense Santiago Montero, otro candidato al título que por una lesión perdió buena parte de sus posibilidades.
Mientras, Schmit estuvo prendido de movida en open class B luchando mano a mano con el también neuquino Juan M. Nimo, el que se vio privado de poder pelear el título debido a un tremendo accidente en Chile que frustró su campaña.
Precisamente, lo que le pasó al "Gatito" fue la nota negra de un año sencillamente espectacular para el motocross, que incluso tuvo dos pruebas por el Argentino en "La Barda" y a comienzos de año vivió otro éxito con el supercross de verano.
Siete títulos, un par de subcampeonatos y pilotos con mucho talento le permitieron al motociclismo regional cerrar un año difícil de olvidar, casi inigualable.