Ciudad del Vaticano (Télam).- El papa Benedicto XVI pidió una "paz justa y duradera" para Medio Oriente y confió en la "reanudación del diálogo entre israelíes y palestinos", en su mensaje de Navidad Urbi et Orbi pronunciado desde la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
"Confío al divino Niño de Belén los indicios de una reanudación del diálogo entre israelíes y palestinos que hemos observado estos días, así como la esperanza de ulteriores desarrollos reconfortantes", afirmó el Papa, según informó la agencia italiana ANSA. El pontífice dijo que piensa "con gran preocupación en la región de Medio Oriente, marcada por numerosos y graves conflictos" y expresó su esperanza en que el área "se abra a una perspectiva de paz justa y duradera, respetando los derechos inalienables de los pueblos que la habitan".
En su mensaje desde el balcón central de la Basílica de San Pedro y ante decenas de miles de fieles, Benedicto XVI se refirió también al progreso de un "Líbano democrático" y reclamó el fin de la "feroz violencia" en Irak. "Hago un llamado a los que tienen en sus manos el destino de Irak, para que cese la feroz violencia que ensangrienta el país y se asegure una existencia normal a todos sus habitantes", dijo el Papa. En otros tramos del tradicional discurso, en el cual es costumbre que los jefes del catolicismo se refieran a temas de la política internacional, el Papa hizo votos por la paz en Sri Lanka y Darfur. "Que el Niño Dios, príncipe de la paz, haga que se extingan los focos de tensión que hacen incierto el futuro de otras partes del mundo, tanto en Europa como en América latina", remarcó.
Benedicto XVI también advirtió la contradicción entre el progreso tecnológico de la modernidad y la situación que padecen millones de personas víctimas de la injusticia social. En ese pasaje, citó como ejemplos que el hombre llegó a la Luna y está a punto "de descifrar los maravillosos códigos del genoma humano" y lo contrastó la miseria, el sufrimiento y una la injusticia que existen en el mundo. "Siguen muriendo personas de hambre y sed, de enfermedad y de pobreza en una época de abundancia y de consumismo sin medida. Sigue habiendo personas que son esclavizadas, explotadas y heridas en su dignidad", dijo.
En el marco de un día de clima primaveral, Joseph Ratzinger brindó el segundo mensaje de Navidad de su Pontificado, en el que proclamó que "ha nacido el Salvador", pero inmediatamente se preguntó: "¿tiene todavía valor y sentido un Salvador para el hombre del tercer milenio?".
También nombró como problema de esta época la inmigración a la que se ven obligadas miles de personas en busca de condiciones de vida digna, de los que son engañados, de los esclavizados por las drogas y el alcohol.
Tras su mensaje navideño, el Papa impartió la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo) y, además, pronunció su saludo navideño en 62 idiomas. En español, dijo: "Feliz Navidad. Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en las familias y en todos los pueblos", palabras que fueron aplaudidas por centeneres de españoles y latinoamericanos llegados a la Ciudad del Vaticano.