ROCA (AR).- La viceministra de Trabajo de la Nación, Noemí Rial, llegó ayer a la ciudad con el fin de cerrar un acuerdo en torno al reclamo salarial de los trabajadores de la actividad frutícola. El objetivo fue poner fin a las paritarias y si bien hasta anoche no hubo un acuerdo global, se "achicaron" considerablemente las distancias entre los porcentajes de suba exigidos por los obreros -que rondaba el 40%- y la oferta del sector empresario empleador -que era de un 6%-, aunque no lo suficiente.

La jornada fue intensa y prácticamente no hubo respiro para nadie. La ronda de negociación iniciada durante las últimas semanas en Buenos Aires se prolongó durante toda la jornada de ayer en la sede del Ministerio de Trabajo de Roca.

Los encuentros se multiplicaron a partir de la llegada de la funcionaria a la región y el primer turno fue concedido a los empresarios de CAFI. Estos expresaron su postura y luego ingresaron, uno a uno, los referentes de los gremios de la Fruta, del Hielo y también los rurales. Estuvieron presentes Rubén López, titular del sindicato de la Fruta de Río Negro y Neuquén, Luis Troncoso, de STHIMPRA y también -durante la tarde- participó de la discusión el secretario general de la CGT provincial, Rubén Bélich. El único que no asistió, por no encontrarse en la región, fue el secretario general de UATRE, Carlos Figueroa.

La viceministra de Trabajo llegó sobre el mediodía a Roca y evitó el contacto con la prensa. No obstante, se indicó que desde el inicio dejó en claro que el aumento requerido debe enmarcarse en el contexto de las subas promedio que han registrado los sueldos a nivel nacional.

"Todo está en manos de los empresarios. Nosotros adecuamos nuestra propuesta a lo que realmente podemos. Acordamos un tope de 22%, pero menos no podemos aceptar porque así lo indica la realidad", señaló el titular del sindicato de la Fruta, que unificó una postura con el resto de los gremios.