CENTENARIO (ACE).- El remate de lo que fue la primera estación de servicio que se instaló en esta localidad, el hotel de la misma firma, el shopping y la casa de la familia Cónsoli se suspendió ayer, luego de que el juzgado decidiera que no estaban dadas las condiciones para llevar a cabo la subasta.

Según se explicó, la firma llegó a la quiebra porque en 1996 hizo un acuerdo crediticio con YPF SA para la renovación de la estación de servicio e instalación del shopping en la tradicional parada de la primera rotonda de Centenario.

En garantía de la transacción comercial se hipotecaron todos los bienes de la empresa Cónsoli y de la familia. Se indicó que tras la modificación cambiaria y traspaso de mando a Repsol YPF, la deuda se acumuló porque "no se pudo manejar la rentabilidad del comercio".

En una situación confusa, hubo oferentes en el piso superior de las oficinas de la ex firma Cónsoli, mientras que afuera del edificio quedaron compradores y operadores de Repsol YPF interesados en pujar por el bien en remate.

En el medio, los trabajadores de la estación de servicio, de las oficinas y del hotel se mantenían junto a algunos productores y la fuerza de choque local del MPN. Pugnaban porque se realizara el remate sólo con los oferentes que habían logrado subir al edificio.

Pasadas dos horas de la convocatoria, la secretaria del juzgado, Nora Isasi (secretaria del juzgado civil 4 de Neuquén capital) informó que la juez a cargo de la quiebra suspendía el remate.

"Los términos de la suspensión y si es que se convoca a una nueva venta los podrán conocer mañana (por hoy) en el juzgado", informó Isasi a quienes se habían congregado al pie del edificio.

La secretaria del juzgado transmitió que el martillero a cargo de la subasta, Juan Carlos Sarquis, pidió la suspensión porque "no se encuentran dadas las cicunstancias físicas y de seguridad" para el desarrollo normal de la puja.

La actuaria confirmó que YPF SA podía hacer valer a su favor los créditos hipotecarios (por un valor cercano a 1,9 millón de pesos) de los bienes de la ex Cónsoli: la estación de servicio, la casa familiar, las oficinas centrales y el hotel.

"A Repsol el juzgado le da un subsidio de 1,9 millones de pesos para que se quede con todo, y si Repsol compra, mañana estamos todos en la calle porque sólo va a tomar a menores de 25 años y los que dejamos una vida acá, quedamos afuera", gritaban los empleados que intentaban seguir los pormenores de la subasta.

En las oficinas donde se iba a llevar a cabo el remate se habían reunido el martillero, el síndico de la quiebra, algunos oferentes y empleados de la estación.