VIEDMA (AV)- Sin respuestas. Así regresaron a Bariloche los policías que reclaman que se cumpla el compromiso asumido por el gobierno y que recientemente permanecieron en forma pacífica en la Regional de aquella localidad.

Los uniformados arribaron anteayer acompañados por el obispo de la diócesis de Bariloche, Fernando Maletti, el único que pudo entrevistarse con el gobernador Miguel Saiz, quien comprometió designar un interlocutor para dialogar con los policías que esperaron inútilmente hasta el atardecer de ayer para ser recibidos por el mandatario rionegrino.

Ante la falta de respuesta regresaron a Bariloche donde junto al abogado que los patrocina, familiares de otros policías, la Iglesia y la APDH evaluarán las medidas a seguir.

No obstante antes de partir de Viedma señalaron que "seguirán hasta las últimas consecuencias" en los reclamos que iniciaron hace un par de semanas en Bariloche.

En representación de los policías, José Luis Antilaf señaló que decidieron venir a Viedma tras una conversación telefónica que mantuvo el intendente de Bariloche con el gobernador, quien le trasmitió que levantaran la medida y que designaría un interlocutor para que los atienda en la capital.

"Esta es una burla más que hemos sufrido no sólo nosotros sino nuestras familias, ya que esto no es un planteo personal, sino involucra a toda nuestra familia", sostuvo el interlocutor al indicar que siguen recibiendo amenazas con que "seremos castigados con el mayor rigor de la Ley".

Veinte personas arribaron a Viedma en busca del diálogo, entre ellos, los 14 policías que iniciaron la medida de fuerza y esposas de otros efectivos que también se plegaron al pedido de sus compañeros.

Una promesa válida

Por otra parte, Antilaf reiteró que se reclamó el cumplimiento del acuerdo firmado el año pasado por el ministro de Gobierno, Iván Lázzeri, como el aumento que se prometió y del que se recibió una compensación por seguridad de 300 pesos en negro, los aguinaldos siguen siendo abonados en cuotas al igual que el pago de parte de sueldo con tickets.

"No reclamamos nada fuera de lo normal sino algo digno y siempre lo hicimos de manera pacífica sin concurrir a ningún lugar armados sino sólo pidiendo que nos escuchen, pero nunca fuimos oídos ni recibidos por ningún funcionario", aseguró el suboficial algo ofuscado ante la negativa de que el gobernador rionegrino no los recibió después de solicitarle una audiencia.

Por otra parte, los efectivos tampoco fueron atendidos por el jefe de la Policía, Jorge Ucha, pero quedaron sorprendidos tanto como el público en general por las medidas de seguridad que se adoptaron ayer en la Casa de Gobierno.

Fue reforzada la custodia policial y se convocó al grupo BORA que permaneció en el patio de la Jefatura. No sólo no se permitió el ingreso por la puerta principal como es habitual sino tampoco por la lateral de Belgrano. Unicamente se podía llegar a la Casa de Gobierno por la guardia de la Jefatura que se levanta en la parte trasera.

Además algunos jefes se notaron nerviosos a pesar de tanta custodia con puertas enrejadas bajo llave ante la posibilidad que los policías barilochenses intentaran ingresar. Los efectivos llegaron hasta la puerta y se retiraron sorprendidos ante tanto refuerzo aunque señalaron que estaban advertidos sobre el tema por la actitud que había mantenido personal de la brigada apenas arribaron a Viedma "porque nos siguieron todo el tiempo".