VIEDMA (AV).- El Concejo Deliberante sesionó ayer en forma paralela en el marco de una tensa y confusa situación al confirmarse el pase a planta de un centenar de empleados contratados en forma precaria desde hace una década. El conflicto se desató cuando la titular del cuerpo, Graciela Pallasezzi, levantó la sesión interpretando que había quedado firme el veto parcial del intendente Jorge Ferreira al proyecto de "blanqueo".

La propuesta que estuvo en discusión hace referencia a la incorporación de integrantes del Programa de Entrenamiento Ocupacional de Servicios Civiles a la Comunidad (Peosecc).

Argumentó la necesidad de modificar el ingreso inicial aprobado en noviembre frente a una contradicción normativa en que incurrieron los ediles, de cara a la carta orgánica. Se interpretó que la ordenanza colisiona con el artículo 33 referido a la proporción de empleados en relación a la población, y tomando en cuenta que la comuna debe contar con el recurso humano suficiente para atender necesidades públicas que se acrecentarán en la medida que mayor sea la dimensión de la ciudad.

Luego de una serie de discusiones con la oposición, la presidenta y los dos concejales radicales abandonaron el recinto en medio de un clima de enojo generalizado en presencia de los beneficiarios del Peosecc y de una fuerte custodia policial. Si bien no fue necesaria su convocatoria, el personal del Bora estuvo agazapado en las inmediaciones a la espera de órdenes del Jefe de la Regional, Francisco O'toole.

Verónica Belloso y Pedro Pesatti (PJ), Sonia Pappático y Emilio Gagey (Frente por Río Negro) y Néstor Minicheli (Mara) quedaron en la sala retomando por iniciativa propia la sesión en la que aprobaron -con 5 votos- el veto bajo la consigna de evitar que el proyecto le permita el intendente ingresar más personal jerárquico.