SANTIAGO (Télam).- "Ninguna calle llevará tu nombre" prometían las pintadas contra la dictadura de Pinochet en los años '80. Sin embargo la derecha de ese país parece querer revertir esa sentencia.

Ayer se supo que el alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza, y el Concejo Municipal, aprobaron estudiar el posible cambio de nombre de la Avenida Kennedy, en el barrio Las Condes, por el de Augusto Pinochet Ugarte. La propuesta nació del alcalde Francisco de la Maza (UDI), quien argumentó que el homenaje corresponde porque "el general Pinochet fue vecino de Las Condes durante los 17 años que ejerció como gobernante del país".

En tanto, diputados de las derechistas Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN) presentaron ayer un proyecto de ley para construir tres monumentos en homenaje al fallecido ex dictador chileno Augusto Pinochet.

Los parlamentarios, encabezados por Iván Moreira (UDI), el único amigo incondicional de Pinochet tras conocerse en 2004 sus millonarias cuentas secretas, argumentaron que es un asunto de justicia ya que es necesario homenajear la memoria y obra del ex senador vitalicio.

La propuesta de los derechistas contempla levantar las obras en las ciudades de Iquique, donde Pinochet sirvió en el ejército y su lugar favorito de vacaciones; en Valparaíso, donde nació, y en la Plaza de la Ciudadanía, en Santiago.

En este último lugar, ubicado frente al palacio de La Moneda, sede del gobierno, hay efigies de varios ex gobernantes, incluido Salvador Allende, derrocado por el sangriento golpe de Estado que comandó Pinochet, en 1973.

El gobierno de Chile no dispuso funerales de Estado para el ex dictador, fallecido el 10 de diciembre último, porque fue presidente de facto, violó los derechos humanos y mantenía cuatro procesamientos. Sólo se permitieron exequias como ex comandante en jefe del Ejército.

Aunque RN y la UDI estaban alejadas de la figura del dictador al estallar el "caso Riggs", cuando Pinochet murió sus dirigentes estuvieron en los funerales y lamentaron que no se le diera un sepelio como ex mandatario. Moreira dijo que la idea es cerrar un ciclo y que la historia se escriba "como corresponde" y no como la "tergiversó" la izquierda.

Moreira manifestó que no se pretende ahondar las diferencias entre los chilenos sino brindar honores a un ex presidente, aunque se estima que la oficialista Concertación por la Democracia, que tiene la mayoría en el Congreso, rechazará la moción.