El capitán M. Prinz al mando del barco hamburgués Steinwaerder que en viaje desde Hamburgo concluía un tramo del viaje haciendo la travesía del seno de Reloncaví frente al litoral austral chileno- gritó una orden y la tripulación se activó como un relámpago. Comenzaron así las últimas maniobras previas al desembarco.

Ese 25 de enero de 1862 todo el pasaje de inmigrantes alemanes recorrió con escrutadora mirada el perfil de la isla Tenglo que se confundía con los altos barrancos que rodeaban al insignificante Puerto Montt de entonces (hasta poco antes se llamaba Mellipulli), el portal chileno a los mares del sur.

Los colonos, a quienes esperaban densos bosques de selva valdiviana, llevaban 168 días de navegación. Algunos seguirían hasta puerto Corral (Valdivia) y muy pocos entrarían en la rada de Valparaíso, destino final del viaje.

La singladura pacífica por un mar insular calmo llegaba a buen puerto con los ansiosos inmigrantes alemanes tras la odisea iniciada a principios de agosto.

Hay que convenir que este relato de inmigrantes decididos a poblar la región lacustre chilena no sería vinculante con estas historias de la Patagonia si en la borda del Steinwaerder, esperanzado y dispuesto a afincarse en la tierra prometida, no estuviera el

joven Heinrich Wiederhold Mardorf, nacido en 1836 en Homburg, Hesse. Es que años después sería el padre de Carlos Wiederhold, el casual fundador de la San Carlos de Bariloche, cuando en el verano de 1895 erigió la primera casa y el primer galpón acopiador a orillas del lago Nahuel Huapi con la ayuda de "sus hermanos Germán y Rodolfo", según algunos.

Curiosamente, han corrido semblanzas sobre el fundador con ese dato. También con el equívoco agregado de que el padre de esos pioneros se llamaba Guillermo y había llegado a Chile a los 17 años (ver "Crónica histórica de Nahuel Huapi" por J. M. Biedma).

Lo que sigue es una saga hurgada en las raíces comprobables del "fundador" de Bariloche, despojada de alguna contradicción entre datos genealógicos, pero que determinan que el padre de los Wiederhold no se llamaba Guillermo sino Heinrich (Enrique) y no llegó a Chile a los 17 años sino a los 26.

Saga de Pilleux Cepeda

Biedma sólo menciona al hermano Germán como ayudante de Carlos en su instalación junto al lago, y no hay registro a mano del tal Rodolfo. En cambio existen los

de nacimientos en Chile de Carlos (Karl) y de Germán, hijos de Enrique Wiederhold, y los de la destacada actuación de ambos en la región del Llanquihue.

La mayoría de los datos que se incluyen inmediatamente, provienen de las excelentes recopilaciones documentales obtenidas por la mormona Iglesia de Jesucristo de los Ultimos Días sobre nacimientos, matrimonios, filiación y muerte de ciudadanos de diferentes localizaciones del planeta, y, sobre todo, de las compilaciones realizadas sobre la inmigración germana en Chile, especialmente las que actualiza permanentemente el indagador trasandino Mauricio Pilleux Cepeda.

Según esas contundentes comprobaciones, ocho años antes del arribo a Puerto Montt de Heinrich Wiederhold Mardorf, atracó en el puerto Corral cercano a Valdivia, el 23 de enero de 1854 el barco hamburgués Henriette al mando del capitán A. M.

Matsen, con colonos alemanes. Entre ellos estaba Ernest Heinrich Piwonka Winckelmann, de 37 años, ya que había nacido el 12 de octubre de 1817 en Berlín Friedrichswerder. Desembarcó con su esposa Johanna Amalie Richter Liske, con quien se había casado en Calau, el 18 de agosto de 1841.

Johanna fue desposada a los 21 años en el lugar donde había nacido el 30 de enero de 1819. Cuando arribó a Chile le faltaban 7 días para cumplir 35 años y la acompañaba su hija Emilie Piwonka Richter de 10 años, quien años después sería la mamá del fundador de Bariloche (había nacido en 1844).

Para cuando Heinrich (Enrique) Wiederhold Mardorf arribó a Puerto Montt en enero de 1862, el matrimonio Piwonka  Richter ya estaba sólidamente instalado en Osorno, donde en 1855 habían tenido otro hijo (Ernesto). Para entonces Emilie (Emilia) tenía 18 años. No hay precisiones de cómo y cuando se inició el "pololeo" de Enrique y Emilia, pero en 1864 estaban casados e instalados en Puerto Montt.

Recién el 9 de julio de 1967 nació allí el primogénito del matrimonio, Carlos (Karl Wiederhold Piwonka), quien no solamente abriría comercialmente la travesía terrestre y lacustre por el paso Pérez Rosales, e iniciaría la actividad progresista y comercial del futuro Bariloche, sino que, más tarde, sería un empresario encumbrado e industrial pionero del ramo textil en la región del Llanquihue.

Clara, primera en Bariloche

Su hermano Germán, en cambio, nació tres inviernos después que él, en Osorno, el 16 de agosto de 1870. Con los años sería un personaje de importancia social, hotelero y pionero del turismo regional del sur chileno.

Carlos era soltero al momento de emprender su breve epopeya comercial en el Nahuel Huapi y lo siguió siendo mientras se mantuvo asociado en La Alemana, la casa comercial que allí había fundado. Aún era célibe cuando vendió su parte en 1900. El hermano menor Germán estaba casado, y en consecuencia, en esos años de las primeras construcciones junto al arroyo Sin Nombre y la costa lacustre (hoy Centro Cívico y primera manzana sobre la calle Mitre), la primera mujer que habitó el incipiente Bariloche en 1895 aunque brevemente- fue su esposa Clara Rotter Bitterlich, de apenas 21 años.

Clara había nacido en Puerto Montt el 2 de noviembre de 1874 y se casó allí con Germán Wiederhold en la Nochebuena de 1893. Al parecer, estos hermanos Wiederhold perdieron tempranamente a los abuelos paternos. El abuelo materno Ernesto falleció en Osorno el 20 de agosto de 1868 cuando Carlos Wiederhold tenía apenas un año y Germán no había nacido, pero la abuela Johanna vivió 10 años más, hasta el 25 de setiembre de 1878. Ambos, a su turno, fueron enterrados en el cementerio de Osorno cuyos terrenos habían sido donados por el agrimensor alemán Johann Hermann Paul Hube von Kleist (en Chile lo llamaban abreviadamente Germán Hube), y su esposa Elisabeth Marie Reuter Schäfer, padres de Jorge Hube pionero de El Bolsón y de la producción harinera en el Valle Nuevo.

No caben dudas de que Carlos Wiederhold fue más aventurero que su hermano Germán (como se ve, en el sur chileno abundaron los Germán), si se tiene en cuenta el cúmulo de esfuerzos físicos y de capitales que debió tener su instalación en Nahuel Huapi, y la apertura de la "ruta comercial entre ese lago (desde Puerto Blest) y el lago Llanquihue, y así poner mercaderías en Puerto Montt donde abrió una próspera casa comercial. O largarse a bajar el Limay (1897) con el sueco Pedro Dusen.

Para instalarse en el lago Nahuel Huapi, Carlos Wiederhold hizo consultas con Jorge Hube. También con José Tauschek nacido en Utzina de la Bohemia checoslovaca, que fue colono en Chile y luego en Nahuel Huapi. De manera que vale la pena ahondar en la vida de esos personajes en nota próxima.

También será bueno preguntarse por qué Carlos Wiederhold sólo estuvo al frente de su emprendimiento en San Carlos sólo 5 años. ¿Qué incidió para su sorpresivo alejamiento hacia su Chile natal?

(Continuará)

FRANCISCO N. JUAREZ

fnjuarez@sion.com