La difusión de la tasa de desempleo en el país que ubicó al conglomerado urbano Viedma-Patagones en el punto más alto en ese indeseado record nacional ha sido un golpe para la gestión Saiz, justo en momentos en que busca cambiar la imagen de su labor en defensa de las actividades productivas.
Enseguida, funcionarios de gobierno atribuyeron a la metodología de cálculo utilizada por la Nación la responsabilidad de tal resultado estadístico. Pero, si se mira alrededor, es posible suponer que sea cierto lo que señalan los números.
Es que el desempleo es un fenómeno complejo, pero el verdadero galimatías para los economistas es hacerle frente en épocas de recesión, cuando los motores de la actividad privada bajan de intensidad y el capital se retrae para preservarse de los riesgos.
Distinto es el caso en épocas de crecimiento económico, como la presente.
Hay un sinnúmero de recetas estudiadas al dedillo por economistas tanto keynesianos como monetaristas a través de las cuales los gobiernos pueden incentivar, promover y respaldar la creación de empleo genuino. Sobre todo cuando hay continuidad de gestión, como la que hubo en la provincia.
Pero en Río Negro, lamentablemente, hasta el momento los años de relativa prosperidad no han sido utilizados para mejorar la calidad de vida de los rionegrinos a fin de ubicarla en el nivel existente no ya en los países desarrollados sino en la mayoría de las provincias argentinas.
Esta semana se difundió un ranking de desempeño provincial que mide variables vinculadas con la gestión pública y con los logros de los sectores privados de cada provincia. Los indicadores que considera son la situación fiscal, la situación social, el desarrollo, la competitividad externa y la infraestructura. En este ranking, Río Negro ocupa el puesto número 20, es decir que está entre las peores y sólo mejor que las paupérrimas Catamarca, Chaco, Formosa y Jujuy.
De las vecinas, Neuquén y La Pampa ocupan los lugares 7 y 8 respectivamente, mientras que Chubut ostenta un muy destacable 4º lugar, detrás de San Luis, Santa Cruz y la Ciudad de Buenos Aires.
Hay varias razones que sirven para explicar a un mismo tiempo el pobre nivel logrado en el ranking de desempeño y el elevado desempleo en Viedma y Patagones puesto que no se mide en otros lugares de la provincia.
" La pérdida del Banco de la Provincia de Río Negro como entidad de crédito y fomento a la producción es, sin duda, un elemento central de que en los últimos años se haya acentuado la diferencia entre zonas en crecimiento y zonas en retroceso. Vendido en 1996 después de funcionar durante años como una caja discrecional de uso político, el Estado rionegrino no ha logrado todavía cobrarle a sus deudores. Sin el efecto compensador y promotor del desarrollo que sólo una entidad pública eficiente y con recursos puede ejercer, la actividad privada queda librada sólo a la rentabilidad y sujeta a las propias posibilidades de capital y financiamiento, además de condicionada por la infraestructura disponible. El Crear tiene entre sus objetivos paliar la carencia de una banca pública, pero hasta ahora sus resultados no son los esperados ni en lo que se refiere a montos ni a la calidad técnica y perdurabilidad de los emprendimientos respaldados. El millonario crédito de reconversión productiva del BID, que durante años no logró su objetivo, es probable que ahora pueda avanzar en beneficio de la economía, luego del reciente replanteo de tasas y condiciones. Hay que ver si bastará para poner a la provincia en condiciones de competir aprovechando sus ventajas relativas.
" El escaso desarrollo de la educación técnica también pesa a la hora de comprender aspectos tales como desempleo y desarrollo en Río Negro. El esfuerzo público por mantener esos establecimientos fue realizado sólo a medias, ya que muchos sobreviven sin edificio, sin talleres adecuados, con máquinas viejas o con docentes escasos o apenas idóneos. En ocasiones, se enseña una tecnología superada que las empresas ya no utilizan, y la informática en la enseñanza de adultos virtualmente no existe en la provincia. Así, la relación entre educación y sistema productivo se distancia sin remedio a la vista.
" Las acciones implementadas desde el Estado rionegrino en relación con el desempleo y con la pobreza han privilegiado en los últimos años el empleo público, el clientelismo y los planes sociales, muy aptos para la política corta del electoralismo pero con nefastos resultados a largo plazo.
" El endeudamiento del Estado provincial equivale hoy a un corset que limita las posibilidades de "despegue". Porque, para evitar la asfixia, la provincia se ve obligada a acatar las restricciones para acceder al Régimen de Responsabilidad Fiscal, lo que entre otras cosas la obliga a reducir las inversiones en capital. La consecuencia es la pérdida de la competitividad de la infraestructura provincial.
Es claro que, aun con excepciones ciertamente honrosas pero insuficientes, las sucesivas gestiones radicales que han gobernado Río Negro desde 1983 no han querido o no han podido consolidar un proyecto de provincia basado en el trabajo, la producción y la modernización.
Santo remedio
Si Miguel Pichetto hubiera sospechado con qué rapidez sus objetores en el Frente para la Victoria se alejarían de la posibilidad de compulsar con él y con Julio Arriaga para definir las candidaturas a gobernador y a vice, seguramente hubiera propuesto mucho antes la convocatoria a una elección interna.
Es probable que su propuesta no persiga el objetivo de concretar realmente un proceso eleccionario, que por sus plazos obligaría a la principal fuerza de oposición en Río Negro a llegar casi a las puertas de la elección de gobernador sin consolidar su tropa propia.
Pero sin duda que el efecto logrado le permitió sentarse de otro modo a conversar no sólo con el intendente de Roca, Carlos Soria, sino también con el presidente de la Nación, que ha hecho del coqueteo con el radicalismo una verdadera guerra de nervios para el senador de Sierra Grande. Además, para plantarse frente a un radicalismo que definió sus propios candidatos por acuerdo de cúpulas.
ALICIA MILLER
amiller@rionegro.com.ar
