BAGDAD (AFP) - El primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, propuso a los militares del régimen del derrocado Saddam Hussein que vuelvan a integrar el ejército, durante la conferencia de reconciliación iraquí que se celebra en Bagdad.

"El Ejército iraquí abre sus puertas a los oficiales y soldados del anterior ejército que quieran servir a la patria", declaró Maliki al inicio del congreso. "Esto en la medida de las posibilidades de las fuerzas armadas", subrayó, ante cientos de políticos y responsables reunidos con motivo de la conferencia.

"El gobierno de unión nacional pagará pensiones a aquellos que no se reintegren", señaló también el primer ministro. "Distinguimos entre los 'baasistas' cuyas manos no están manchadas de sangre y los que cometieron crímenes odiosos contra los iraquíes y continúan matando inocentes", precisó en su discurso Maliki.

Una ley adoptada a iniciativa de Estados Unidos tras la caída de Saddam, en 2003, estipula que los miembros del partido Baas, en el poder durante la época del dictador, no pueden ocupar puestos de responsabilidad en el ejército, las instituciones y los cargos políticos. Impulsada por el ex administrador norteamericano Paul Bremer, esta medida es considerada como uno de los principales errores cometidos por Estados Unidos en su gestión en Irak. "La reconciliación concierne a todos los partidos, entre ellos los miembros del partido Baas", aseguró por su parte el portavoz del presidente Jalal Talabani, Kameran Qaradaghi. "Pero por reconciliación nacional no queremos decir tender la mano a trakfiris (extremistas sunitas) que siembran la muerte", agregó.