A Hernán Crespo no le molesta que le digan que es despiadado. "Dicho a un atacante, no suena mal'', afirmó en una entrevista publicada ayer por la Gazzetta dello Sport.

"Ser despiadado significa para mí estar siempre ahí, donde se siente el aroma de gol. Hacer ciertos movimientos, es mi pan para tener las ocasiones justas, si el sentido es este, si, soy despiadado'', añadió.

Crespo señaló que esa característica forma parte de su propia naturaleza, pero con el tiempo y la experiencia, "uno se hace más frío y aprovecha al vuelo las ocasiones justas''. El argentino lleva siete goles en la actual temporada y se encuentra a dos de Christian Rigano (Messina) y Francesco Totti (Roma), los líderes de la tabla de cañoneros. Además, el domingo metió uno de los tantos del 3-0 sobre el Empoli, que permitió al líder Inter sacarle siete puntos de diferencia sobre la Roma.

"Lo hermoso de este momento es que me bastan pocos balones justos, incluso a veces uno solo, para marcar un gol'', afirmó Crespo. Dijo que se da cuenta que no será siempre así, pero que se goza esta situación.

"Jugar en este Inter le gustaría a cualquier atacante y yo busco la manera de merecerlo, sin esperar que el equipo juegue para mí, por el contrario, soy yo el que trato de jugar por el equipo'', aseguró. Crespo lleva marcados 126 goles en el campeonato italiano con las camisetas del Parma, Lazio, Milan e Inter.