He seguido y leído atentamente las distintas opiniones vertidas en relación con la creación de la Universidad de Río Negro, argumentando en algunos casos la necesidad de crear carreras a los requerimientos propios de las provincias según sus regiones, vinculados con su producción, servicios y otros. Por lo tanto me permito expresar mi punto de vista al respecto, adelantando que no comparto dicho proyecto pero sí el de la revisión de la UNC y sus objetivos, como palanca transformadora de los pueblos.
En un mundo globalizado, donde la tendencia es crear bloques, integrarse, compartir esfuerzos y recursos humanos diría que esta idea es inoportuna, inapropiada e impracticable, ya que profundiza el antagonismo histórico que existe en el país.
En el análisis de la idea de la creación de la Universidad de Río Negro no alcanzo a imaginarme en pocos kilómetros: dos facultades de Medicina, dos facultades de Abogacía, dos de Ciencias Económicas y así podría seguir enumerando, porque ambas provincias se verían tentadas a tener, dentro de su esquema universitario y vinculadas a su presupuesto, la oferta completa de carreras; y esta puja histórica, por cierto, desecharía todos los esfuerzos de la idea integradora concebida desde la creación de la Universidad. La región tiene una historia común, diría casi un destino común, nos vinculan sus ríos, su paisaje, sus bardas, mantenemos vínculos afectivos, comerciales, profesionales; es más, se evalúa con fuerza la necesidad de rehabilitar el tren regional, verdadero medio de transporte, socialmente económico, rápido, que permite un intercambio de personas que se trasladan de un lugar a otro hacia las distintas ciudades.
Desde mi experiencia profesional recibo interconsultas de pacientes de Neuquén que estudian en distintas ciudades de Río Negro, produciendo un verdadero vínculo de las personas a través de la UNC, lo cual no significa perder la identidad individual de cada una de las ciudades y de las provincias.
Se han expresado en las distintas opiniones ejemplos de ciudades como Córdoba o como el partido de La Matanza, donde se han creado Universidades, pero debemos recordar que los ejemplos en todos los órdenes son de referencia y no pueden trasladarse íntegramente, ya que desde el punto de vista demográfico y uniendo las dos provincias contamos con apenas un poco más de un millón de habitantes, mientras en los ejemplos mencionados anteriormente son inmensamente superiores en relación con los habitantes.
Confío en una universidad que pueda lograr un equilibrio entre la oferta y la demanda relacionada con su crecimiento demográfico.
Realizadas estas consideraciones, quiero manifestar propuestas concretas relacionadas directamente a crear el marco de discusión profundo de los objetivos de la UNC y el rol que debe cumplir en este vínculo de los pueblos como instrumento transformador. Revisar el funcionamiento de todas las carreras tradicionales, analizando incorporar otras referidas a necesidades regionales (producción, industria, comercio, etc.), y preparar buenos técnicos y profesionales para incorporar personal capacitado al mundo del trabajo. Que la UNC mantenga un equilibrio y racionalidad en la creación y la decisión de distintas carreras de acuerdo con las necesidades específicas de las regiones, con políticas de equilibrio de inserción en los distintos pueblos, acompañando el desarrollo de los mismos. Analizar los recursos económicos y sus necesidades acordes para poner en marcha una universidad de excelencia. Crear nuevas carreras no invalida la existencia de las tradicionales, lo cual no significa dividir o la necesidad de crear una nueva. Por lo tanto, planteo una universidad al servicio de las sociedades y los pueblos, afianzando la interrelación y la integración regional.
ARMANDO GENTILI (Presidente Concejo Deliberante de Allen)
Especial para "Río Negro"
